El comandante en jefe del Ejército, el general Humberto Oviedo, asistió nuevamente a la comisión investigadora por el fraude en el organismo castrense con fondos derivados de la Ley Reservada del Cobre a partir al menos del año 2011.
Oviedo llegó hasta la instancia de la Cámara de Diputados, acompañado del ministro de Defensa José Antonio Gómez, para responder las preguntas que quedaron pendientes de la sesión anterior del 23 de diciembre pasado.
En esta oportunidad, el comandante en jefe manifestó que pudo incidir en la comisión de este delito durante tres años la poca rotación de personal en puestos clave, personal que maneja información importante, en un sistema que se basa en la honorabilidad militar que aquí fue quebrantada.
Además, apuntó a operación sofisticada que requería de mayor tecnologías para guiar el ilícito: "Podrá darse o no qué sofisticación hay hoy para poder hacer falsificaciones. Todos conocemos que la tecnología permite tener instrumentos falsificados que son difíciles de detectar, incluso en moneda. Datos de falsificaciones en billetes de distintos tipos de moneda que corren por el mundo falsificados y hay que tener máquinas especiales para poder detectarlas"
"Por lo tanto, en una institución donde la honorabilidad y la confianza de las personas, no pensamos nosotros en determinar que la gente que trabaje en el Ejército ande falsificando facturas. No es la lógica de las personas que trabajan en el Ejército. Cuando hay acciones maliciosas de delincuentes, obviamente que todo control, toda acción, es insuficiente", aseveró Oviedo.
Incluso, sostuvo que aún no es posible determinar cuántas facturas fueron adulteradas, pues la auditoría está todavía en curso, al igual que la investigación judicial.