La Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) y la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca) entregan millonarias pensiones por inutilidad de segunda clase a jubilados que no presentan ninguna incapacidad.
Según reveló Informe Especial, entre los beneficiarios figuran al menos cuatro reclusos de Punta Peuco, condenados por crímenes de lesa humanidad, que dijeron sentirse sanos "física y mentalmente" antes de ingresar al recinto carcelario.
Las pensiones de inutilidad de segunda clase se entregan a quienes sufren un accidente en acto de servicio, enfermedades profesionales o padecen una enfermedad invalidante de carácter permanente. Son, en resumidas cuentas, dolencias que les impiden su capacidad de trabajar y de ganar un sustento en el sector privado.
Uno de los casos que presentó el programa de TVN fue el de Emilio Neira, un ex agente de la CNI, condenado por su participación en la Operación Albania, y que al ser abordado por la periodista Paulina de Allende-Salazar salió corriendo por las calles de la capital.
Neira, quien estuvo detenido en Punta Peuco, recibe 2.605.979 pesos como pensión de inutilidad de segunda clase.
"Tengo un síndrome de estrés postraumático, por eso a mí me dieron de baja de la institución. Este estrés se me produce mucho tiempo después de haber participado en la operación Albania", dijo el ex uniformado al explicar por qué recibe este beneficio.
La periodista Paulina de Allende-Salazar confronta al ex CNI Emilio Neira por su millonaria pensión. El otrora uniformado accedió a un diálogo sin mostrar su rostro
Neira señaló además que la "situación traumática" que tiene responde al asesinato de dos personas que cometió cumpliendo órdenes.
"Estaba consciente de lo que estaba haciendo...indudablemente que no (estaba de acuerdo)", afirmó el ex CNI, quien mantiene un empleo en el sector privado.
A diferencia del mundo civil, en el sistema de Capedrena y Dipreca no se vuelven a hacer controles a los beneficiaron para saber si permanecen con discapacidad, siendo el diagnóstico inicial el que permanece para efectos de la pensión.
El diputado Leonardo Soto (PS) comentó que "durante la investigación descubrimos algo muy curioso, que de las pensiones que sobrepasan el millón 600 mil pesos mensuales, las más altas, las gigantescas, son todas pensiones de inutilidad de segunda clase".
Augusto Pinochet Hiriart: Todavía tengo problemas
Otro caso es el del hijo homónimo del dictador Augusto Pinochet, a quién se le otorgó en 1979 una pensión de 900 mil pesos- al valor de hoy- y que desde entonces acumula por este concepto cerca de 400 millones de pesos.
Pinochet Hiriart, que dijo haber sido aplastado por un camión, detalló que "en el Ejército estuve hasta el 79. Me mandaron a Estados Unidos, me operaron y quedé bien, bien para el uso civil, pero no para el militar"
"Yo salí inválido, me costó años volver a caminar, volver a funcionar, años. Ahora estoy caminando gracias a que me operaron de nuevo, me hicieron otras intervenciones y esto todo. Todavía tengo problemas (...) Me han chequeado varías veces, y de hecho me han operado varias veces, ahora yo pendo de un hilo y cualquier día puedo amanecer hasta ahí no más"
Pinochet reconoció que no podía trabajar al principio, pero que "después he trabajado como todo ser humano, (porque) la pensión no alcanza".
Confrontado por sus dichos ante el monto de la pensión, el ex uniformado se limitó a decir: "A mí me correspondía esa, eso es lo que dice la ley".
Con una pensión de inutilidad, el beneficiario recibe un 20 por ciento más que la última remuneración que tuvo en actividad, por lo que existen muchas pensiones abultadas que superan con creces el tope de 60 UF (cerca de un millón quinientos mil pesos) que estableció la Contraloría General de la República.
"He trabajado como todo ser humano, porque la pensión no alcanza", dijo Augusto Pinochet Hiriart, que recibe 900 mil pesos de pensión desde 1979. (Imagen: TVN)