Los ministros de Hacienda y Economía, Rodrigo Valdés y Luis Felipe Céspedes, junto al subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, renunciaron a sus cargos por las diferencias con el Ejecutivo por el proyecto minero portuario Dominga.
La decisión fue dada a conocer este jueves, tras una serie de reuniones llevadas a cabo en La Moneda, en las que participó la Presidenta Michelle Bachelet.
La crisis se inició luego de que el subsecretario Micco asegurara que se tomaron "decisiones apresuradas" en el rechazo de Dominga, lo que fue apoyado por Céspedes, quien se abstuvo en la votación del Comité de Ministros, aludiendo que no se le dio tiempo para tomar una "decisión fundada".
Posteriormente, Valdés apoyó a sus compañeros asegurando que "algunos no tienen al crecimiento dentro de las prioridades más altas".
Sin embargo, el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, y la Presidenta Bachelet reiteraron su rechazo al proyecto.
Incluso la Mandataria entregó un espaldarazo a Mena y sostuvo que "es posible hacer crecer Chile con responsabilidad ambiental", durante una actividad en Curicó este martes.
Renuncia de Valdés
Valdés confirmó su salida asegurando que "quiero informarles que he presentado mi renuncia a su excelencia, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, y ella ha aceptado esta renuncia".
El ahora ex ministro agradeció la confianza "y la oportunidad que me dio de aportar al proyecto que ella lidera, de hacer de Chile un mejor país".
"Una serie de consideraciones impide que pueda continuar en mi rol como ministro de Hacienda, las razones específicas quedan en el seno de las conversaciones que he tenido con la Presidenta", sostuvo.
"Al asumir me impuse dos tareas prioritarias: sortear la desaceleración de nuestra economía para ir recuperando el crecimiento y adoptar una conducción fiscal responsable, que confío se mantendrá en el rumbo correcto", manifestó.
"Tal como hemos venido diciendo, las cifras económicas comienzan a mostrar un mayor dinamismo. Avanzar sostenidamente hacia mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del Gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar su iniciativa con reglas claras y estables, pero creo que no logré que todos compartieran esta convicción", continuó.
Valdés sentenció que "creo firmemente en un proyecto progresista que busca más libertad, más equidad y un desarrollo compartido. Para estos objetivos resultan claves la responsabilidad, el crecimiento y un buen funcionamiento de las instituciones".