Beneficiada por primer milagro: "Yo no tenía posibilidad de vivir"
En el Hogar de Cristo, María Alicia Cabezas manifestó su emoción por la noticia producida en El Vaticano la "que todos estábamos esperando".
En el Hogar de Cristo, María Alicia Cabezas manifestó su emoción por la noticia producida en El Vaticano la "que todos estábamos esperando".
En el Hogar de Cristo, en la comuna de Estación Central, se encuentra la beneficiada por el primer milagro acreditado del padre Hurtado, María Alicia Cabezas Urrutia, quien luego de sufrir tres derrames y tres infartos cerebrales se mejoró y fue dada de alta tras permanecer tres meses hospitalizada.
El 16 de octubre de 1994, el Papa Juan Pablo II beatificó al padre Hurtado, ya que una comisión vaticana confirmó el milagro de María Alicia Cabezas.
Para la mujer, este momento es "una maravilla", y era "lo que todos estábamos esperando".
"En el 90 sufrí un accidente vascular que consistió en tres derrames cerebrales masivos y dos infartos cerebrales. A raíz de esa situación yo no tenía posibilidad de sobrevivir, ni siquiera con secuelas. El doctor ya había sentenciado muerte clínica. Eso ocurría en el hospital, mientras que en la tumba del padre Hurtado se hacía una romería donde se celebraba la eucaristía y se pedía por mi salud. Desde ese día comienza mi recuperación", afirmó emocionada.
Para ella, lo que más le agradece al padre Hurtado es el hecho de "ser salvada. Yo no tenía posibilidad de vivir, los doctores habían hecho todo lo que estaba a su alcance".
Para poder probar el milagro del que fue protagonista María Alicia Cabezas, el tribunal eclesiástico que se constituye en Santiago, la citó, le hizo preguntas y la examinaron dos médicos que estaban "al margen" de su "situación".
En tanto, en la sede del Hogar de Cristo, se encuentra el director social de la entidad, Benito Baranda, junto a muchos fieles, quienes celebran la aprobación por parte de la Congregación para la causa de los santos del segundo milagro del padre Alberto Hurtado, lo que lo convertirá en el segundo santo chileno, después de sor Teresa de Los Andes.
Los fieles que se encuentran en el lugar han expresado su alegría ante la noticia que llegó desde la comisión vaticana, aplaudiendo, abrazándose entre sí, e incluso derramando algunas lágrimas.
Al lugar llegó también la famosa camioneta verde del padre Hurtado, con la que el religioso jesuita se desplazaba por la capital para brindar ayuda a los pobres y menesterosos.