Benito Baranda, ex director social del Hogar de Cristo y actual presidente ejecutivo internacional de la Fundación América Solidaria, indicó que las reuniones que está realizando el papa Francisco con las víctimas de Karadima en el Vaticano son una señal "demoledora" para lo que vendrá con los obispos chilenos.
Los denundiantes James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz fueron invitados a la residencia en Santa Marta por el propio pontífice, quien -luego de leer las conclusiones del informe del arzobispo Charles Scicluna- reconoció haber tenido "graves equivocaciones de valoración" sobre los abusos al interior de la Iglesia chilena.
En paralelo, Francisco convocó a Roma a los obispos chilenos para adoptar medidas al corto, mediano y largo plazo en torno a los casos de abuso sexual al interior de la Iglesia en nuestro país, encuentro que se realizará, probablemente, durante "la tercera semana de mayo", informó en su momento la Conferencia Episcopal.
Al respecto, Baranda señaló al diario La Tercera que el papa "hace un gesto que no recuerdo en la historia de la Iglesia. Está señalándole a la Iglesia del mundo y de Chile que las víctimas están antes que sus autoridades, que todos somos iguales como bautizados y que no por tener un cargo de autoridad tienes mayores privilegios dentro de la Iglesia, sino al contrario, debes servir y escuchar a los demás".
"Esa señal que está dando el Papa es demoledora para lo que va a venir después con los obispos chilenos. El Papa dice: okey, los voy a escuchar, pero primero voy a escuchar a aquellos que fueron afectados por miembros de la Iglesia y, además, por el manejo que se tuvo en una crisis profundísima, pero que las personas que dirigían a la Iglesia no quisieron ver, negaron o no fueron capaces de enfrentar", indicó.
El laico, ligado a los jesuitas y quien fuera coordinador del Estado chileno para la visita de Francisco en enero pasado, destacó que este "es un paso muy grande para la Iglesia, particularmente para la chilena, que desde hace algunas décadas viene cargando con este grave problema que nos sucedió".
En ese mismo sentido, agregó que las autoridades eclesiásticas nacionales "no fueron capaces de enfrentar con la verdad, honestidad, diligencia y rigurosidad que se necesitaba".
Los encuentros del papa con las víctimas comenzaron el pasado viernes, al recibir a Murillo; el sábado fue el turno de Hamilton, quien calificó de "enormemente constructiva" su reunión; y este domingo, por la tarde, continuará escuchando a Cruz.