El recurso de amparo interpuesto por la defensa del sacerdote Cristián Precht en contra de una medida cautelar impuesta por el Arzobispado de Santiago en el marco del caso maristas, le abre un nuevo flanco judicial a la Iglesia Católica.
En particular, el escrito busca dejar sin efecto la decisión de la Iglesia que le ordenó al religioso -quien rechaza las acusaciones en su contra- residir en Santiago mientras se desarrolle la investigación de la mencionada causa, argumentando que esto vulnera las garantías constitucionales de Precht.
"No exista orden judicial alguna expedida contra el sacerdote Cristian Precht Bañados, por autoridad judicial del fuero civil al que pertenece el amparado por su condición de chileno, que le impida ver perturbado su libertad de circulación por causa o motivo ninguno", señala la presentación.
Así, la justicia se enfrentará a una disyuntiva: establecer si la Iglesia tiene o no la facultades para imponer medidas cautelares, lo que eventualmente podría repercutir en otras causas que lleva la Iglesia y en la relación que tiene la institución clerical con el Poder Judicial.
Además de esto, el líder del Arzobispado, el cardenal Ricardo Ezzati, declarará ante el Ministerio Público como imputado por el delito de encubrimiento, en el marco de las investigaciones por abuso sexual al interior de la Iglesia.
La diligencia, que se realizaría este martes, fue pospuesta a solicitud de la defensa del cardenal debido a las últimas diligencias desarrolladas por la Fiscalía.