A pocos días de que el Arzobispado de Santiago entregara una millonaria indemnización a las tres víctimas de Fernando Karadima, el denunciante del sacerdote Tito Rivera exige el pago de 350 millones por el presunto abuso.
El abogado demandante, Alfredo Morgado, aseguró que su representado tiene "toda la disposición" para resolver este caso, "pero también tiene que existir buena voluntad" de parte de la Iglesia.
En ese sentido, el defensor fustigó que el Arzobispado haya calificado los presuntos delitos como "inaceptables" en un primer momento, pero al contestar la demanda "lo hace en forma dura e implacable, desconociendo todos los hechos".
El próximo viernes 21 de junio es la fecha tentativa para la primera audiencia de conciliación entre ambas partes.
Tito Rivera fue acusado de drogar y abusar sexualmente de Daniel Rojas en 2015.
(Foto/ATON)
"La reparación no es solo un tema de plata"
Por otro lado, tres denunciantes del caso Maristas esperan iniciar demandas civiles en contra de la congregación en los próximos días.
Mientras que 11 víctimas de sacerdotes jesuitas presentarán pronto también una querella conjunta para eventualmente tomar acciones civiles contra la Compañía de Jesús.
El vocero de los afectados, Allan Pineda, afirmó que "la reparación no es solo un tema de plata, hay un tema de qué implicó el abuso".
"(La denuncia) me costó mi matrimonio, y alejarme de gente por tener una postura 'no adecuada' ante situaciones causadas por el abuso y el encubrimiento de los jesuitas", explicó.
Por su parte, los ex seminaristas que se querellaron por abuso y violación contra sacerdotes de Valparaíso el pasado miércoles no descartan interponer una demanda indemnizatoria.