El director ejecutivo de la Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo, advirtió en Cooperativa sobre la responsabilidad que les cabe a los "terceros" en las situaciones de abuso: aquellos "observadores que deciden no intervenir" en defensa de las víctimas.
En conversación con La Historia es Nuestra, y en el contexto de las denuncias contra el director de cine Nicolás López, Murillo afirmó que "hay un error en querer sólo culpabilizar, castigar y deshacernos de las personas que han abusado".
"Es fácil deshacerse del problema diciendo que tenemos que castigar y condenar a quien abusa o los amigos y cercanos, y hacer una búsqueda de chivos expiatorios de una cultura que ha sido abusiva", dijo.
Sin embargo, esta mirada termina obviando u ocultando la situación de "los terceros -los que ven o tienen todo para ver- que son los que tienen que actuar".
"Ciegos, sordos, desentendidos"
"Siempre que hay un abuso sexual, siempre que hay una violencia en el trabajo, en el colegio, en la familia, no hay solamente dos implicados –el agresor y la víctima-, sino que hay terceros que vieron y prefieren hacerse los ciegos, los sordos o los desentendidos, que tenían todos los elementos para conocer un hecho, para prevenirlo, detectarlo y detenerlo, y no lo hicieron: porque no podían, porque no quisieron o no tenían herramientas para actuar", expuso el filósofo.
Para Murillo -uno de los denunciantes públicos del caso Karadima- "aquí la neutralidad no existe".
"Cuando hay abuso en un círculo cercano no existen las posiciones neutras, porque la neutralidad siempre protege al que tiene más poder. Entonces, el que quiere, pretende o cree ser neutral, siempre está protegiendo, amparando y encubriendo, de alguna manera, al abusador, al agresor, al bully, al que comete violencia", aseveró.
"Extremando (el ejemplo), para que se comprenda: en dinámicas abusivas en familias, colegios, escuelas, grupos de amigos o grupos de trabajo; cuando hay una persona que comienza a agredir a otros –de manera sicológica, verbal, física- y los otros dicen 'ellos son grandes, no queremos meternos', lo que están haciendo es apoyar al abusador, porque hay una asimetría de poder, en que el que quiere ser neutro apoya, en verdad, al que está ejerciendo el poder abusivo", insistió.
De proteger al abusador a proteger a la víctima
"Si en un curso, en un colegio, hay bullying, en primer lugar es porque hay alguien que ha decidido hacer bullying, y también hay un grupo de observadores que ha decidido no intervenir", ejemplificó.
Desde este punto de vista, "nuestra misión, como Fundación (Para la Confianza), es –junto con acoger a las víctimas- apuntar a que los terceros, los observadores, se transformen, desde protectores de los abusadores a protectores de las víctimas", concluyó José Andrés Murillo.