Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, expresó en una entrevista con EFE su esperanza sobre los frutos que dará la reunión sobre abusos a menores en el Vaticano, pero desconfió de lo que vayan a hacer después los obispos.
El periodista se encuentra en Roma después de participar en una reunión con el comité organizador de la cumbre junto a otras once víctimas de abuso sexual y de poder por parte de representantes de la Iglesia.
Sobre la reunión que se celebra en el Vaticano, Cruz manifestó que "algo bueno va a salir de esto" aunque con "mucha cautela".
Su testimonio, junto al de otras cuatro víctimas, lo pudieron escuchar ayer los 190 representantes de la jerarquía eclesiástica en el inicio de esta cumbre.
"Para mi fue impresionante que comenzase esta reunión con mi testimonio y que escucharán la frase en la que los acusaba diciendo que se habían convertido en asesinos de la fe y de las almas", relató a EFE frente a la basílica de San Pedro.
Según el arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, a muchos de los obispos se les escaparon las lágrimas durante ese momento.
"Conozco mucha gente buena en la Iglesia y creo que algunas lágrimas son sinceras, pero también creo que hay mucha lágrima de cocodrilo", aseguró Cruz.
"Lo que me preocupa es lo que va a pasar después (de la reunión)", reconoció, pues explica que aunque cree que el Papa "está haciendo lo que tiene qué hacer, lo que es preocupante es lo que harán los obispos cuando vuelvan a sus países".
"Porque se sabe que al Papa le asienten todo y luego hacen lo que quieren", manifestó.
Que lo de Chile "sirva de ejemplo"
Respecto a las 21 propuestas del Papa contra los abusos y para garantizar la responsabilidad de los obispos, Cruz argumenta que "algunas son un poco básicas".
También denuncia que los obispos se justifiquen diciendo que no tenían los protocolos adecuados para tratar estos casos.
"Por favor, no puedes violar y abusar de un niño, una niña, de una persona vulnerable, de una mujer ni en el siglo XXI ni en la Edad Media. Estos (los protocolos) no pueden ser una excusa", agregó.
La respuesta tras esta cumbre es clara. "Tienen que volver a sus países, colaborar con la justicia del país y ocuparse de las víctimas", apunta.
"Se tiene que actuar y abordar el problema de manera global (...) Hay que dar igual respuesta en cada parte del mundo. Los niños son niños y las víctimas son víctimas", aseguró.
Para Cruz, los obispos tienen que salir de esta cumbre "comprendiendo no de boquilla sino de corazón".
Cruz además espera que lo que pasó en Chile, con varios obispos expulsados tras ser convocados por el papa al Vaticano, "sirva de ejemplo para que el resto de obispos colaboren con la justicia, entreguen a los pederastas, que nos los escondan y menos aún que encubran los casos".
Sobre algunos de los obispos chilenos, el periodista manifestó que son "verdaderos delincuentes, que no tendrían aún ni que ser obispos y que además tendrían que estar en la cárcel por las barbaridades que han hecho".