El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago dejó en libertad y sin medidas cautelares al sacerdote John O'Reilly, formalizado en esta jornada acusado de abusos sexuales en contra de dos niñas del colegio Cumbres cuando éstas tenían seis y 10 años, a partir de 2007.
La Fiscalía solicitó en la ocasión la prisión preventiva para el religioso, lo que fue desestimado por la jueza del tribunal, Andrea Díaz-Muñoz.
En su resolución, la magistrada dijo que identificó testimonios "inducidos" por parte de las menores afectadas, además de calificar como "parcial" los informes del Centro de Atención a Víctimas de Ataques Sexuales (Cavas) de la PDI y de dos sicólogas que presentó el Ministerio Público en la audiencia.
La Fiscalía anunció que recurrirá a la Corte de Apelaciones por esta resolución del tribunal, mientras que el abogado querellante, José Ignacio Escobar, desestimó la decisión.
"Sin lugar a dudas discrepamos de la decisión del tribunal. Esperamos en el juicio oral obtener una condena", dijo Escobar, quien añadió que recurrirán al tribunal de alzada.
"Vamos a ejercer los derechos que la ley nos ofrece", resaltó.
Mientras que el fiscal Matías Moya señaló que para ellos las pruebas eran convincentes y coherentes: "Esta fue una audiencia pública, todos tuvieron la oportunidad de conocer las pruebas que se exhibieron y creo que corresponde a la opinión pública juzgar si las pruebas son suficientes o no".
"Insisto, respetamos la resolución de la magistrado y creemos que no nos corresponde referirnos a ella, simplemente vamos a recurrir a la Corte de Apelaciones como corresponde a derecho", especificó.
Defensa valoró desición
En tanto, el abogado defensor del sacerdote, Luis Hermosilla, valoró que se desestimara la prisión preventiva.
"Esta es una resolución importante que ratifica al 100 por ciento lo que hemos sostenido en un año y que esperamos ratificar en la Corte de Apelaciones. La jueza ha decidido que no hay antecedentes suficientes que acrediten la existencia del delito", manifestó Hermosilla.
En tanto, a su salida del tribunal, O'Reilly dijo estar muy feliz y satisfecho de lo ocurrido, además de querer enfrentar un juicio oral, como se lo recomendó su abogado, que ahora se iba a dedicar a orar por las víctimas.