Walker sostuvo que las críticas son "expresión de la resistencia que tenemos a esa novedad".
Indicó que "lo que hemos visto en otros países es que una vez es que una vez que Francisco viene y generan estas conversaciones difíciles e inspiradoras y nos hacen pueblo, se olvidó la polémica, porque ya no era tema".
"No solamente desde una mirada utilitaria, porque generó ingresos, porque la gente compró, usó baños, arrendó un lugar donde ir a vivir o para llegar a un lugar para viajar... no por el lado económico, sino porque generó conversaciones inspiradores que nos hicieron pueblo, nos hicieron país", aseveró.
Además, durante la pasada jornada se lanzó la campaña de Navidad de las obras de la Compañía de Jesús, bajo el lema "No hay que construir muros, sino puentes. No hay que cerrar las puertas, sino abrirlas" y en el marco de la futura visita papal.
"Es bien potente la campaña que desde la Iglesia, como Compañía, nosotros proponemos para recibir la novedad de Jesús. Derribemos los muros, construyamos puentes y no muros y el papa Francisco es puente, y puente significa establecer lazos con algo que es transversal a todas las personas, los temas de sentido, de dignidad, de derechos humanos", expresó.