Cámaras de vigilancia fueron claves en agresión a tres internos que fueron desnudados y golpeados con patadas y puños.
Tribunal deberá definir si aplica pena accesoria de suspensión de cargo público.
Fiscalía valoró que imputados se presentaran a todas las audiencias e interrogatorios.
Por tormentos y apremios ilegítimos a tres internos de la cárcel de Chillán fueron condenados seis gendarmes, quienes aceptaron su responsabilidad en el hecho, mediante un juicio abreviado.
La agresión a los internos, ocurrida el 11 de marzo de 2016, quedó registrada en las cámaras de vigilancia, que luego fueron filtradas a los medios de comunicación, donde se aprecia a los gendarmes desnudando a los internos, arrojándoles agua y golpeándolos con patadas y puños.
En el proceso judicial, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y el Consejo de Defensa del Estado presentaron una querella contra los gendarmes, quienes siguen perteneciendo a la institución, a la espera de la resolución de un sumario interno.
El jefe de la fiscalía local de Chillán, Pablo Fritz, dijo que "el Ministerio Público está instando a una pena proporcional al delito cometido y particularmente considerando el hecho objetivo de que todos los funcionarios tienen irreprochable conducta anterior y todos colaboraron con la investigación desde el primer momento".
Por su parte, Felipe Hazbún, defensor de los seis gendarmes, dijo que "esto fue en el marco de un motín, y los funcionarios preocupados de la imagen de la institución, reconocen la situación donde se aplicó una fuerza desmedida, que no es sino el resultado de malas prácticas con Gendarmería".
Si bien el tribunal ya declaró la condena y los implicados cumplirán su pena en libertad, este miércoles se determinará si se aplica la pena accesoria que es la suspensión de oficio público.
