El abogado de los tres militares uruguayos extraditados a Chile por el secuestro y homicidio de Eugenio Berríos, Carlos Portales, aseguró que los testimonios y careos a los que fueron sometidos sus clientes no tuvieron injerencia alguna en la decisión del magistrado Alejandro Madrid de pedir el desafuero de Augusto Pinochet Ugarte para que responda por su eventual responsabilidad en el caso.
"Los antecedentes que eventualmente pueda tener el ministro para solicitar ese desafuero viene por otra vía, por otra fuente. Por lo uruguayos en lo más mínimo, recuerde que el año del que estamos hablando, año 92, ellos eran de un grado de teniente", sostuvo.
La petición de desafuero fue formulada este miércoles por Madrid, un día después de someter a careos con ex agentes de la dictadura chilena a los coroneles uruguayos (r) Tomás Casella, Wellington Sarli y Eduardo Radaelli.
El magistrado busca aclarar responsabilidades en la asociación ilícita que buscó evitar que ex agentes pudieran testificar ante la Justicia. Berríos, químico de la DINA presuntamente relacionado con la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva, fue sacado del país en 1991 y apareció muerto en una playa de Montevideo en 1992.
La tesis del abogado de los uruguayos fue rebatida por la representante del Consejo de Defensa del Estado (CDE) en el caso, Luppi Aguirre.
"Las solicitudes de extradición que han llegado a muy buen puerto han servido para determinar que efectivamente existen presunciones fundadas dentro del proceso que Augusto Pinochet Ugarte en su calidad de comandante en jefe de la época formaba parte de esta organización criminal", sostuvo.
"Sin duda ejercía dentro de ella el rol de jefe, sin perjuicio de que dentro de una organización criminal puede haber más de un jefe", agregó.