El ministro en visita que investiga el caso Berríos, Alejandro Madrid, explicó que la decisión de recluir en recintos distintos a los tres militares uruguayos extraditados a Chile busca evitar que éstos coordinen sus declaraciones.
"Es para eso", respondió Madrid al ser consultado si las detenciones de los coroneles Tomás Casella -en retiro-, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli fueron estudiados para facilitar las diligencias.
Casella está en la Academia de Gendarmería, Radaelli en un recinto militar en Lo Aguirre, en la comuna de Pudahuel, y Sarlu en el Regimiento Granaderos de San Bernardo.
"Mientras se realice todo esto, interrogatorios y otras eventuales diligencias, es importante que estén separados y que además tengan cierta restricción, en cuanto a su desempeño en los lugares de reclusión", agregó el juez.
Madrid añadió que interrogará a los tres extranjeros durante toda la semana, a lo que se sumarán otras diligencias que no especificó.
Los tres militares fueron enjuiciados en ausencia por los delitos de asociación ilícita y secuestro, a raíz de la colaboración que prestaron a ex agentes de seguridad chilenos, quienes en 1991 sacaron del país al químico Eugenio Berríos para evitar que el ex agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) declarara en varias causas por violaciones a los derechos humanos cometidas bajo la dictadura de Augusto Pinochet.
La última noticia que se tuvo del químico fue en 1992, cuando se acercó a una comisaría uruguaya denunciando que lo tenían secuestrado. Luego, en abril de 1995, su cadáver fue hallado en una playa del Río de la Plata, 30 kilómetros al oeste de Montevideo. (Cooperativa.cl)