Militares uruguayos encausados por el caso Berríos deberán seguir detenidos
Por tercera vez, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó beneficiar con la libertad provisional a Tomás Casella, Wellington Sarli y Eduardo Radaelli.
Por tercera vez, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó beneficiar con la libertad provisional a Tomás Casella, Wellington Sarli y Eduardo Radaelli.
Los militares uruguayos Wellington Sarli y Eduardo Radaelli, así como su compatriota en retiro Tomás Casella, deberán seguir detenidos en dependencias del Ejército, luego que la Corte de Apelaciones de Santiago les denegara por tercera vez consecutiva la libertad provisional, en su calidad de encausados por el crimen del ex químico de Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Eugenio Berríos.
Este viernes, los ministros Juan González y Omar Astudillo, más el abogado integrante Patricio González, respaldaron la decisión del juez del caso, Alejandro Madrid.
El magistrado considera que aún hay diligencias pendientes que impiden la libertad de los militares extranjeros, a quienes -además- considera como un eventual peligro para la seguridad de la sociedad.
En representación de Sarli, Radaelli y Casella alegó el abogado Carlos Portales, mientras que contra otorgar el beneficio se pronunció el Consejo de Defensa del Estado (CDE), a través de la jurista Luppi Aguirre.
Entre los argumentos de Aguirre está el riesgo real de que los tres militares extranjeros se fuguen, para evitar a la Justicia nacional, que los sindica como responsables de la asociación ilícita para el secuestro de Berríos en 1991.
Los militares uruguayos fueron extraditados a mediados de abril pasado a Chile a petición del juez Madrid, quien busca determinar cómo se produjo la muerte del ex agente de seguridad de la dictadura de Augusto Pinochet.
Berríos fue sacado de Chile en 1991 en un operativo conjunto de militares de ambos países, para evitar que declarase en el proceso por el asesinato en 1976 en Washington del ex canciller Orlando Letelier.
El químico chileno fue visto por última vez en noviembre de 1992 en Uruguay, cuando se presentó en una comisaría para denunciar que estaba secuestrado, pero fue entregado a unos militares y no se supo más de su paradero hasta abril de 1995, cuando se encontró su cadáver, atado y con disparos en el cráneo, en una playa.
En Chile están procesados como autores del secuestro y homicidio de Berríos los ex mayores de Ejército Arturo Silva Valdés y Jaime Torres Gacitúa.
También están procesados, por obstrucción a la Justicia y asociación ilícita, los generales retirados Hernán Ramírez Rurange y Eugenio Covarrubias, ambos ex jefes de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), al tiempo que se investiga la participación del ex dictador Pinochet en la planificación del homicidio.
En el caso Berríos también se indaga la responsabilidad del químico en el presunto asesinato del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, quien pereció en una clínica privada en 1982, a raíz de una septicemia tras una operación.
La tesis de la familia es que Eugenio Berríos facilitó un microorganismo que fue hecho llegar al organismo de Frei, a través de médicos adscritos a la DINA que trabajaban en la Clínica Santa María. (EFE)