El juez Alejandro Solís señaló que lo más probable es que la Corte Suprema no alcance a disponer de la transcripción del interrogatorio que sometió en Estados Unidos a los ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Michael Townley y Armando Fernández Larios, -diligencia que cumplió el jueves 3 de febrero- al momento que analizar la apelación al desafuero de Augusto Pinochet en el caso Prats.
Las declaraciones de ambos llegarán en dos o tres semanas al país en idioma inglés y posteriormente deberán ser enviadas a traducir.
El magistrado a cargo del caso Prats, que este lunes retomó sus actividades en la Corte de Apelaciones de Santiago, dijo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le enviará la transcripción escrita y un disco con el audio de la entrevista.
El material será remitido al Ministerio de Relaciones Exteriores, de ahí a la Corte Suprema, "instancia que me lo manda a mí", indicó el ministro en visita.
Por ello estima que en marzo próximo en fecha por definir-, cuando el máximo tribunal del país revise el fallo de la Corte de Apelaciones que desaforó a Augusto Pinochet a principios de diciembre, los testimonios obtenidos en Washington no estarán adjuntados al expediente del caso.
"No sé si voy a tener esos antecedentes transcritos en español antes de que resuelva la excelentísima Corte" Suprema, dijo el magistrado.
Según fuentes judiciales, tanto Townley como Fernández Larios fueron consultados por el juez Solís por una versión sobre la existencia de una presunta recompensa que Augusto Pinochet habría ofrecido por asesinar al ex comandante en jefe del Ejército Carlos Prats, previo al atentado con bomba perpetrado en Buenos Aires en septiembre de 1974.
El juez Solís informó que próximamente ordenará la realización de diligencias derivadas del interrogatorio a los ex agentes de la DINA, trámite que lo acercará al cierre del sumario.
"(El sumario) seguramente en dos o tres meses más lo vamos a tener cerrado, una vez cumplidas las diligencias que van a emanar del interrogatorio", aseguró.