Valentina Correa, hija del empresario Alejandro Correa -asesinado en 2018 en Concón por un sicario-, valoró en Cooperativa la dictación de sentencias para los responsables del crimen, pero indicó que su familia se mantuvo constantemente encima del caso, ante la "inquietud" de que pudiera ser archivado como otros tantos.
En conversación con Una Nueva Mañana, la directora ejecutiva de la Fundación para la Confianza -creada los denunciantes del caso Karadima- dijo sentir "alivio y conformidad". Explicó que, concluido el juicio, su familia se siente "reconocida por la justicia".
Debido a su propia experiencia en la organización, Correa estaba consciente de que "había que estar siempre, desde la 'confianza lúcida' (en referencia al libro de José Andrés Murillo) insistiendo que se hiciera una buena investigación y dar una señal que estos crímenes son perseguidos y condenados".
Más allá del impacto público que provoca un hecho de sicariato -que se diluye en el tiempo- "a nadie más le iba a importar el caso como a nosotros", explicó, respecto a su rol de vocería y constante denuncia sobre el suceso y sus causas.
"Lo que pasó ayer es un reconocimiento a la brutalidad que con mi familia hemos vivido, nos devuelve una confianza en instituciones que ya nos habían fallado", pues si la justicia hubiera funcionado en principio, "no estaríamos en la situación que estamos hoy día": el sicario colombiano Víctor Gutiérrez ni siquiera estaría en Chile, ejemplificó.
"IMPRESENTABLE" QUE NO SE RECUPERE EL TERRENO
Respecto a la arista judicial aún abierta por la toma y loteo de un terreno de propiedad de su padre -hecho que estuvo detrás del crimen-, Valentina Correa consideró "una situación muy insólita" que los residentes aún no hayan sido desalojados", como "un acto de justicia".
"A mí papá lo mataron por esto y me parece impresentable que las personas que lo mataron estén ahí", señaló, especulando que la razón de la pasividad del Estado fue, en plena pandemia, "entre una falta de herramientas y lo políticamente impopular" que es un desalojo.
Consultada sobre si tomará la recuperación del terreno como una causa, Correa confesó que su progenitor, si pudiera, le pediría que lo dejara: "Quisiera que tomara un pie al costado", pero ella está decidida a "lograr justicia" y "dar una señal" a la sociedad.