El presidente subrogante de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, aseguró que hay que redoblar el compromiso con la ética, a propósito de la crisis en la Corte de Apelaciones de Rancagua donde hay tres jueces investigados por eventual tráfico de influencias.
Al realizar una intervención en la ceremonia de juramento de abogados y abogadas este viernes, el ministro enfatizó que "la coherencia es lo fundamental, como también la claridad y la verdad del mensaje que se entrega".
"No es posible tener un doble discurso", recalcó.
Muñoz sostuvo que "hechos como los investigados en la jurisdicción de Rancagua nos permiten advertir que la tarea siempre está en construcción. Desde esa perspectiva, se comprende que el juez no sólo debe preocuparse por serlo, sino también de parecerlo".
"Nunca es suficiente instar por el respeto de aquellos principios en el ejercicio de la función de la función jurisdiccional. En un Estado democrático de derecho, al juez se le exige que se esfuerce por encontrar la solución justa y conforme a derecho para el caso jurídico que es materia de su competencia, labor que se la ha confiado por la demostración de ejercer una conducta honesta", resaltó el ministro.
En el tribunal de alzada de la Región de O'Higgins fueron suspendidos por un máximo de cuatro meses los jueces Marcelo Vásquez, Marcelo Albornoz y Emilio Elgueta, mientras que la ministra Rosa María Maggi investigará con dedicación preferente otras eventuales situaciones de corrupción al interior de la Corte.