Este mediodía se espera que la Corte Suprema informe si confirma o anula nuevamente el juicio que condenó a 60 años de cárcel al ejecutivo del Banco Central Enrique Orellana, acusado de violar reiteradamente a sus tres hijas.
El acusado recibió tres penas de 20 años de cárcel por atacar a sus hijas cuando éstas tenían tres, cuatro y nueve años en un segundo juicio luego de que la Fiscalía lograra la anulación del primero, que lo había absuelto.
Entre los argumentos para la condena, el tribunal estableció que en su relato las niñas "ubican las dos viviendas donde fueron violadas, las fechas desde la separación de sus padres en 2009 hasta mediados de 2010 y describen de igual manera la agresión de la que fueron víctimas".
Fernando Monsalves, abogado de la madre de las menores dijo que "se pudo comprobar mucho más allá de cualquier duda razonable la participación y autoría de Enrique Orellana en los delitos imputados por lo que creemos que la Corte no tendrá otra resolución que rechazar la nulidad".
"Sin perjuicio de que incluso pudiese acoger esta nulidad y realizarse un tercer juicio, estamos con tranquilidad plena. Pero nos parece que las pruebas son contundentes", agrego.
Francisco Cox, defensor del imputado, dijo afirmó que "como defensa confiamos en que la Corte Suprema enmiende esta tremenda injusticia de tener a un inocente condenado a 60 años".
"Como lo resolvió ya una vez un tribunal y confiamos que el tercer tribunal lo va a volver a hacer, Enrique Orellana es completamente inocente. Esas pruebas han sido absolutamente manipuladas y las niñas han sido manipuladas por la madre y su entorno familiar para que declaren en contra de Enrique", agregó.
Esta hipótesis fue descartada anteriormente pues según el tribunal "torna impensable e ilógico la existencia de una conspiración en la cual la madre de manera organizada y sistemática haya podido influir o interferir el relato de sus hijas en las distintas ocasiones en que estas han debido prestarlos".
Orellana está bajo detención preventiva en la cárcel de Alta Seguridad y suspendido de su cargo en el Banco Central sin goce de sueldo.
La condena tiene penas accesorias de inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos, la profesión y otros derechos políticos; inhabilidad para ejercer la custodia o representación de sus hijas; prohibición de trabajar en contacto con menores de edad mientras dure la condena y el pago de 400 millones de pesos como indemnización por el daño sicológico a sus hijas y su esposa.