Dolmestch cree que Reforma Procesal impide "manga ancha" de los jueces

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Autor: Cooperativa.cl

El magistrado propuesto por Bachelet para la Suprema consideró que si hay problemas en la aplicación de justicia, estos pasan por la rapidez de los juicios, que hacen más breve la prisión preventiva.

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El juez Hugo Dolmestch enfatizó que no hay "manga ancha" en el trabajo judicial, como han indicado quienes han criticado en el último tiempo que delincuentes reincidentes hayan protagonizado hechos de violencia. El magistrado aseveró que, por el contrario, la Reforma Procesal Penal permite un mayor control sobre las resoluciones de los tribunales.

 

En conversación con El Diario de Cooperativa, el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, propuesto por la Presidenta Michelle Bachelet para integrar la Corte Suprema, destacó que el cambio desde el antiguo sistema no implica una solución mágica.

 

"Ninguna cosa es cien por ciento sana y cien por ciento efectiva, y cien por ciento buena", afirmó Dolmestch, quien recordó que "el juez inquisitivo, el juez anterior, el que dirigía libremente la investigación y, secretamente, tenía más poder y más manga ancha que hoy".

 

El jurista, de 61 años, detalló que "hoy día los intervinientes están controlando al juez, lo que pasa es que el sistema, y por eso que la gente lo critica, pero creo que están equivocados, tiende a que por la rapidez el delincuente sea sancionado con prontitud, y por eso importa que el período previo de prisión preventiva sea muy breve y no se justifique mucho, entonces la manga ancha está en la libertad provisional".

 

"¿Por qué? Porque la sentencia o la condena viene muy pronto, eso es todo, pero condenados hay más, pero no hay manga ancha", sentenció.

 

De hecho, comentó que cree que la justicia "lenta y corruptible", como se calificaba al antiguo sistema, permitió avanzar en la investigación de los crímenes cometidos durante el régimen miliar.

 

La Reforma Procesal "no habría podido lograr lo que se ha logrado con esta justicia lenta en materia de derechos humanos, porque acá se necesita tiempo, se necesita paciencia, se necesita perseverancia".

 

Estoy "muy contento y me siento más que compensado por el tiempo de ejercicio", comentó Dolmestch sobre su nominación a la Suprema, porque era una aspiración llegar al máximo tribunal del país.

 

El juez, quien se define como agnóstico, ironizó que "nadie entra a la Escuela Militar para ser teniente".

 

Además, consideró que entre los "momentos maravillosos" que ha vivido en el Poder Judicial destacan su ingreso a la judicatura y lo que vive hoy en día.

 

En tribunales siempre hay "dolores y decepciones", porque "todos los días se está sometiendo a las bajezas humanas y también a las virtudes humanas", añadió.

 

Consultado por el caso más trascendente de su carrera, Dolmestch no dudó en señalar "la causa de (la Operación) Albania, que es la que me identifica públicamente. Ahí ya se acumularon tres causas más, que son bastante importantes, que son la muerte de José Carrasco (Tapia) y otros, el desaparecimiento de los cinco jóvenes comunistas y después la muerte de Jécar Neghme (vocero del MIR en 1989)".

 

"Son las causas que me han mantenido ocupado hasta el día de hoy, y se han transformado en emblemáticas para el país, y por supuesto para mí", explicó.

 

Respecto al expediente que lo llevó a indagar a la Central Nacional de Informaciones (CNI), el órgano represivo de la dictadura durante la década de 1980, Hugo Dolmestch señaló que la dificultad principal pasó por "poder comprender en primer lugar, que es una cosa muy importante, la forma de actuar de los organismos de seguridad".

 

Finalmente, enfatizó que "en mi caso no sé a qué se le llama presión de poderes fácticos, no he sentido eso. Salvo la presión natural de recibir, si es que se llama también poder fáctico, las ansias de la gente involucrada, de poder saber la verdad, de poder avanzar y eso lo presiona a uno". (Cooperativa.cl)

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