"Postulé prácticamente a todos los concursos que se abrieron en 2015, 2016 y 2017 y rendí las pruebas. Obtuve el primer lugar, pero nunca quedé en las ternas que hacen las cortes de apelaciones", relató Pablo Valenzuela Pérez, un abogado de 45 años que postuló 40 veces a notario, obtuvo el primer lugar, pero jamás le dieron el puesto.
El caso de este profesional de la Universidad de Los Andes, con tres diplomados en derecho administrativo (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, PUCV), regulatorio (U. de Chile) y en gestión de la empresa (U. de Chile), fue rescatado este viernes en una entrevista en el diario La Segunda.
Esto, a propósito del informe de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) que, entre otros aspectos, cuestionó la forma en que se designa a los notarios y donde resaltó que la competencia en este rubro "es insuficiente" y existe espacio para corregirlo por la vía regulatoria.
"Frustración y desazón"
Valenzuela narró que ha participado de los procesos de selección de las comunas de Chaitén, Maullín, San Antonio, Nacimiento, San José de la Mariquina, Coelemu, Linares, Pirque, San Fernando, Peñaflor, Santa Bárbara, Curicó, Diego de Almagro y Paine, entre otras.
"No quedar en ninguna terna produce frustración y desazón. Desgraciadamente, no siempre funciona la meritocracia. Hay otros elementos extra meritocráticos que influyen en las designaciones", reconoció el letrado.
Las notas de las pruebas no son vinculantes
Para ser notario, describe el rotativo, se exige al menos un año de titulación de derecho y la rendición de tres pruebas: conocimientos (sobre las normas que rigen la actividad), destrezas y habilidades (lenguaje y matemáticas) y un test psicológico.
"El máximo en la prueba de conocimientos específicos son 30 puntos; llegué a obtener 29. Siempre saqué sobre 25. El 40 por ciento mejor rinde la de habilidades y destrezas y después sólo 15 dan el test psicológico", contó al vespertino.
Sin embargo, son los plenos de las distintas Cortes de Apelaciones las que eligen una terna, pero sin obligación de respetar las notas de las pruebas, pues no son vinculantes, y, finalmente es el ministro de Justicia el que escoge al candidato.
Valenzuela reconoce que "totalmente por vencido no (se ha dado). Siempre queda una pequeña esperanza, pero obviamente no le destino la energía de antes. Siete años postulando es bastante y hay que seguir trabajando".