Gendarmería de Chile desvinculó a cuatro funcionarios formalizados por cohecho en situaciones reiteradas, dos de los cuales son acusados de tráfico de drogas al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Curicó, en la Región del Maule.
Se trata de un suboficial con poco más de 20 años de experiencia y tres cabos. A dos de ellos se les acusa de ingresar pasta base de cocaína, además de teléfonos celulares y equipos de música para entregarlos a integrantes de la población penal.
A los funcionarios imputados por tráfico -a quienes se llegó a través de escuchas y filmaciones en la vía publica- se les acusa de recibir sumas de dinero acordes al contenido del paquete de drogas que ingresaban entre sus vestimentas institucionales.
El fiscal adjunto de Curicó, Rodrigo Pizarro, indicó a Cooperativa que los reclusos "tomaban contacto con dos de estos gendarmes para que gente que se encontraba en el exterior, que no estaba privada de libertad -familiares especialmente- le hicieran entrega a estos gendarmes de determinadas cantidades de drogas, en su gran mayoría cocaína base".
"Los funcionarios, a cambio de una suma de dinero, ingresaban al interior del complejo para que, a su vez, los internos que encargaran este negocio distribuyeran la droga, vendieran la droga, a otros internos", agregó Pizarro.
Institución "dolida"
El director regional de Gendarmería, Alejandro Fuentes, aseguró que en la institución que "por supuesto (están) dolidos".
"Nosotros esperamos un actuar distinto de nuestros funcionarios, pero, por otra parte, hay tranquilidad, porque Gendarmería de Chile no acepta estas situaciones, las rechaza y las combate, y a través de nuestros controles -que en esta oportunidad fueron bastantes exitosos- se logró terminar este tipo de ilícitos al interior" de la cárcel, agregó el coronel Fuentes.
Uno de los acusados intentó justificar su participación en los hechos sosteniendo que su sueldo no superaba los 500 mil sueldos y estaba agobiado por problemas familiares.