La Fiscalía Metropolitana Centro Norte se encuentra investigando, por el eventual delito de cohecho, a dos gendarmes que fueron acusados por al menos 17 internos de la cárcel Santiago Uno de exigirles sobornos por el uso de televisores.
En los recintos penales está normado el uso de electrodomésticos, y particularmente el de dicho aparato tecnológico, por lo que cuando un reo quiere utilizarlos debe pedir autorización, la que debe quedar registrada por escrito, publicó El Mercurio.
Por ello, los internos denunciaron que el sargento primero Alfredo Reyes Echeverría y el sargento segundo Luis Oliva Aroca, quienes estaban a cargo del módulo 11 de la cárcel, les pedían entre 30 mil y 100 mil pesos dependiendo de la gestión, que iba desde permitirles hacer uso del televisor o de traspasarlo a otro reo, entre otras.
Siempre según el rotativo, debido a las acusaciones, a fines del año pasado la misma institución instruyó el Ministerio Público a que instalara una indagatoria para determinar la veracidad de los reclamos.
Tras recabar más antecedentes, y como los denunciados son funcionarios públicos, se informó de la situación al Consejo de Defensa del Estado (CDE), el cual en septiembre presentó una querella contra los mencionados gendarmes, escrito en el que destaca, entre otras cosas, que llama la atención la cantidad de personas que denunciaron el delito.
Asimismo, el CDE advirtió que dada la reiteración de los hechos, "existe un verdadero sistema creado por los querellados quienes, sin duda, y dada su posición de jerarquía respecto a los internos, abusan de su carácter de funcionario público".