El ministro de Justicia, Hernán Larraín, negó haber realizado "una amenaza" con sus dichos durante el fin de semana, cuando en la jornada de clausura del cónclave programático de la UDI manifestó que "la mayoría de los jueces son de izquierda" para referirse a futuros cambios en la manera de designar a los magistrados.
Desde el Gobierno explicaron que las declaraciones del secretario de Estado fueron en un contexto que se creía privado y que lo que se busca es que las nominaciones respondan al mérito y no al amiguismo.
Más tarde, el propio Larraín debió responder las palabras del vocero de la Corte Suprema, Milton Juica, quien sostuvo que "hay de por medio un dejo de amenazas respecto de la conducta que va a tener un Ministerio de Justicia para la designación de los jueces".
Al respecto, el ministro afirmó que "mal podría haber una amenaza cuando lo único que hemos querido es decir que queremos mejorar el sistema de designación de los jueces, en forma meritocrática".
El ex parlamentario añadió que "no hemos hablado en ningún minuto que cuestionamos los fallos de los jueces. ¡Qué más claro respecto del tema de fondo que estamos planteando! No se vayan por el lado, no busquen sacar aprovechamientos políticos, aquí no hay más voluntad que mejorar el sistema de designación de los jueces".
Más temprano, el ministro Larraín manifestó a través de su cuenta de Twitter que "mis declaraciones han originado críticas que acepto sin reclamos. Sólo digo que lo central de ellas es que el sistema de nombramiento de jueces es muy discrecional y lo vamos a cambiar por uno transparente y meritocrático".
En tanto, el presidente del Consejo de la Transparencia, Marcelo Drago, se sumó a este debate y sostuvo que "se puede avanzar muchísimo en transparentar este sistema para que se pueda hacer un juicio ciudadano, un escrutinio público de ese nombramiento y cada uno después se puede formar una opinión si los nombramientos se realizaron en base a los antecedentes y méritos de cada cual o en base a algún otro tipo de fundamento".
Drago añadió que "los jueces hablan por sus fallos, pero lo importante es que hablan, tienen un juicio y ese juicio corresponde a ciertos valores y antecedentes históricos de cada persona y no responden necesariamente a política partidista circunstancial, pero sí a ciertos antecedentes que arrastra cada persona y que se expresan después en sus decisiones".