El médico indicó que ha realizado sus funciones de forma transversal, argumentando que no es delincuente.
El médico tanatólogo reiteró que su trabajo fue responsable.
Tras decretarse este viernes el arraigo nacional para el médico forense Mario Peña y Lillo, quien práctico la primera autopsia al cuerpo de Hernán Canales por el caso Larraín, este reiteró la responsabilidad con la cual ha realizado su trabajo.
Peña y Lillo estuvo flanqueado en todo momento por residentes de distintas zonas rurales de la provincia de Linares, aludiendo a que se encuentra tranquilo.
"Para mí es una sorpresa que haya toda esta comunidad detrás de un médico que ha ejercido su función honradamente al servicio de la comunidad. Esto ha sido transversal, no soy un delincuente ya hablaremos de eso algún día".
Agregó: "Yo he hecho mi trabajo con afecto y en verdad me han retribuido, y créanme que he hecho mi trabajo con la mayor responsabilidad en beneficio de las personas, y en una dimensión humana y personal, cumpliendo así mi labor en cada hora de mi vida".
La medida tomada por el tribual fue adoptada en la audiencia de formalización de cargos en contra del tanatólogo por el delito de falsificación de instrumentos público, esto luego de constatarse de una serie de incongruencias en el trabajo realizado al realizar una segunda autopsia que fue desarrollada por los equipos del SML al cuerpo de la víctima.
