El sacerdote Gerardo Joannon se refirió a las acusaciones que lo involucran con adopciones ilegales e indicó que "nunca he hecho nada que no sepan mis superiores, ni he hecho nada que me puedan reprochar", sin embargo, pidió perdón si provocó dolor.
El religioso explicó que su actuación en los casos en los participó fue de buena fe, motivada por el fin superior de proteger la vida y para "evitar el sufrimiento que significa para una joven madre tener que optar por el aborto".
"Siempre he sido transparente y nunca he hecho nada que no sepan mis superiores, ni he hecho nada que me puedan reprochar", aseguró el sacerdote a la revista Sábado de El Mercurio, donde también aclaró que él era contactado por las familias quienes pedían su consejo en casos de embarazos no deseados.
"Nunca, nunca decidí nada. Cada familia sabe perfectamente cuál es la verdad y cómo fueron los hechos. Yo asumo mi responsabilidad por lo que hice: aconsejé la vida y la adopción cuando fue necesario. Y en dos casos hice el contacto con doctores para evitar un aborto", declaró Joannon.
Además aclaró que una vez que hacía el contacto con el médico, no sabía si el bebé nacía o no o si fue hombre o mujer, "nunca tuve nexo con la familia que recibía la guagua. Estoy en paz con mi conciencia".
Afectada acusó lavado de imagen
Constanza del Río, una de las afectadas, por las supuestas adopciones irregulares aseguró que "más que hablar del padre Joannon, o del doctor Gustavo Monckeberg (ya fallecido e implicado en estos casos), me gustaría hablar de los medios. Claramente La Tercera la semana pasada limpió la imagen de Gustavo Monckeberg y hoy El Mercurio intenta limpiar la imagen del padre Joannon".
"De todos los medios de comunicación que nos han llamado, ni El Mercurio ni La Tercera han sido uno de ellos, entonces da la sensación de que algo pasa, pero esta es mi opinión personal. Lo que yo veo como una ciudadana parada frente a un kiosco mirando El Mercurio y mirando La Tercera es que ellos tratan de defender lo indefendible y justificar lo injustificable: el robo de niños y el tráfico de guaguas".
En tanto, el abogado Cristián Letelier, quien solicitó un ministro en visita en este caso, sostuvo que "aquí faltó un poco de criterio, creo que se lava un poquito las manos de todo lo que pasó, aunque pida perdón. Yo creo que él debiera colaborar con los jueces que están investigando todas las aristas de los tres casos en que él participó".