El ex juez de Aysén, Carlos Klapp Apolonio, indicó que acepta y asume su responsabilidad y el castigo impuesto por la Corte Suprema tras haber sido fotografiado desnudo en un burdel con dos prostitutas. Además, aseguró que tiene un equipo de abogados que le asesora en su defensa, pero que -por el momento- no se ha reunido con ellos.
El magistrado fue acusado de conductas impropias con su cargo y como sanción se le suspendió por cuatro meses con goce de medio sueldo. Además, fue trasladado al Juzgado de Letras de Castro, donde asumirá la titularidad durante la última semana de abril o los primeros días de mayo. Desde la casa de unos familiares en Concepción dijo: “Cometí un error, por eso estoy pagando y está bien la sanción que me aplicaron, lo que llevó a que el puntaje sobresaliente que tenía bajara”. Agregó que el suyo es un tema de conciencia y culpó a algunos medios de comunicación de aprovechar la circunstancia para perjudicarlo aún más y a su familia. "En la prensa amarillista", dijo, "le dieron un sensacionalismo que no corresponde. Me hicieron un daño irreversible que, sobre todo, alcanzó a mis seres queridos como mis padres, ambos de 83 años -mi padre es abogado también-, mi familia, mi mujer, mis hijos, mis colegas”. Sobre su defensa, sostuvo que un grupo de abogados “está haciendo una evaluación que ha salido un poco larga porque el mes de febrero es muerto judicialmente hablando. Entre marzo y abril vamos a ver”. Además, indicó no tener rencores con nadie y se manifestó orgulloso del trabajo que hizo en la Undécima Región, del que citó como prueba que, en los años 1999 y 2000, su equipo obtuvo el primer lugar a nivel nacional en el sistema de metas de gestión del Poder Judicial. El pasado 7 de diciembre, el pleno de Corte Suprema decidió abrir un cuaderno de remoción y le suspendió por cuatro meses con medio goce de sueldo. El entonces presidente del máximo tribunal, Hernán Alvarez, dijo en la ocasión que “los jueces deben observar una conducto ética y moral no solamente en el desempeño de sus funciones, sino también en su vida pública”.
