El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) -organismo técnico estatal que se encarga de la protección del patrimonio cultural del país- decidió esta tarde la remoción "temporal" y "en el menor tiempo posible" de la estatua del general Manuel Baquedano, ubicada en la plaza que lleva su nombre en el centro de Santiago y que es el epicentro de las protestas que comenzaron en octubre de 2019, debido a los constantes actos de vandalismo que lo han afectado.
El traslado de la escultura, construida en bronce y que preside la rotonda desde 1928, será, por ahora, solo para restauración, informó la Secretaría Técnica del CMN.
La talla rinde honores a Manuel Baquedano González (1826-1897), militar y político que fue presidente provisional del país entre el 29 y el 31 de agosto de 1891 y comandante en jefe del Ejército durante la Guerra del Pacífico (1879-1884), que enfrentó a Chile contra Bolivia y Perú.
En su base, el monumento acoge la tumba donde yacen los restos del "Soldado Desconocido de la Patria", encontrado en el campo de batalla.
El arquitecto Erwin Brevis, secretario técnico del consejo, informó en una rueda de prensa que la decisión de adoptó por mayoría en la sesión plenaria y "considerando el deber de tuición y protección de los monumentos nacionales que recae sobre el CMN, de conformidad a la ley 17.288, a los antecedentes recabados en las visitas técnicas realizadas y a los incidentes que afectaron al monumento público al general Baquedano en los últimos días".
Es así como, en primer lugar, se aprobó "el retiro temporal de la escultura ecuestre al general Baquedano como una medida preventiva y a fin de realizar trabajos de conservación y de restauración integral sobre la pieza. Esta medida se fundamenta en el riesgo estructural que presenta hoy la escultura, lo que podría poner en riesgo la seguridad de las personas", tal y como detalló Brevis.
"Asimismo, se acordó realizar acciones de resguardo de la tumba del 'Soldado Desconocido'", señaló.
En tercer y cuarto lugar, el CMN zanjó "realizar obras de protección y de refuerzo del pedestal o base de piedra" y determinó que, "en el tiempo intermedio, se solicitará el mayor resguardo policial posible para asegurar la integridad del monumento".
BLANCO DE ATAQUES
Cabe recordar que el viernes, un grupo de vándalos apiló neumáticos en la base del monumento y los incendiaron, cubriendo la estatua del general Baquedano de llamas hasta que aproximadamente media hora después Carabineros dispersó a los presentes y con un carro lanza aguas apagó el fuego, lo que se pudo apreciar en directo por redes sociales.
El Ejército criticó con dureza a los autores de la quema, tildandolos de "cobardes desadaptados" y "antichilenos", y reiteró su llamado para que el monumento fuera trasladado a otro lugar, mientras que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó una querella contra quienes resulten responsables por el delito de incendio calificado.
El episodio más reciente de vandalismo contra la estatua ocurrió el lunes, en el marco de la marcha del Día Internacional de la Mujer. La manifestación transcurrió en un ambiente familiar y festivo hasta las 18:00 horas, cuando la policía militarizada irrumpió con gases lacrimógenos y carros lanza aguas luego de que un grupo de encapuchados tratase de cortar las patas del caballo de la escultura.
Por este último caso, la Fiscalía Metropolitana Oriente formalizó ayer martes a Andrés Sáez, imputado por el delito de daños a monumentos nacionales, en grado de consumado, ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago. En la audiencia, el acusado quedó con firma mensual ante la 33ª Comisaría de Ñuñoa, arraigo nacional y prohibición de participar en manifestaciones en el lugar de los hechos.
LAS DISPARES REACCIONES DEL MUNDO POLÍTICO
En la víspera del fallo del Consejo de Monumentos Nacionales, el intendente metropolitano, Felipe Guevara, justificó la opción de que la escultura se mantenga en el mismo lugar, afirmando que el foco debe estar puesto en los violentos: "Esto tiene que ver con la violencia, no con Baquedano. No importa qué monumento hubiese en ese lugar, seguramente estos vándalos, estos delincuentes lo dañarían igual", señaló.
En tanto, desde el Congreso Nacional, el jefe de bancada de diputados de la UDI, Juan Antonio Coloma, había advertido esta mañana al Gobierno de que, si el CMN decidía trasladar el monumento de Baquedano, "será el triunfo de los violentistas y la ministra de las Culturas se quedará sin el respaldo político de esta bancada".
"Lo que nosotros estamos diciendo es que desde la bancada de la UDI hacemos un llamado a la ministra a defender la estatua al general Baquedano y, obviamente, habrá una disminución o una pérdida del apoyo político en caso de que esto no ocurra", afirmó Coloma.
En la misma línea, su correligionaria María José Hoffmann, también diputada, considera la remoción de la escultura "una señal de debilidad frente a la violencia": "No es la estatua la que tiene que salir, sino que los violentistas, y esperamos que regrese pronto al lugar que tiene en nuestra historia y en nuestra ciudad", aseveró.
En la vereda opuesta, el jefe de bancada de los diputados de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, dijo no entender "la obsesión de las personas con las estatuas al punto que las valoran mucho más que las vidas humanas", planteando que "dicha estatua, en tanto es patrimonio cultural, obviamente podría resguardarse de mucha mejor manera en un museo y así evitar el absurdo gallito que vemos todos los viernes".
Por su parte, el senador socialista José Miguel Insulza hizo una comparación entre la remoción de la estatua de Baquedano y la historia de "don Otto y el sillón", un antiguo chiste acerca de un hombre que, llegando a su casa, sorprende a su esposa siéndole infiel en el sofá del living, ante lo cual decide deshacerse del mueble para que su mujer no pueda seguir engañándolo.
"Este es un Gobierno que no toma decisiones o que más bien las esquiva todo lo que puede. Creerá que con esto las manifestaciones no van a continuar, pero van a continuar en otra parte. Un Gobierno que ha abandonado toda intención de controlar el orden público, es natural que crea en este caso que sacando la estatua, como el sofá de don Otto, le va a funcionar", planteó el ex ministro.
