El abogado constitucionalista Javier Couso analizó que el Presidente Sebastián Piñera y el Gobierno han abordado con "ambigüedad" y "falta de voluntad" el debate que ha surgido en torno a reformar o elaborar una nueva Constitución, en medio de la crisis social que vive el país.
En conversación con El Diario de Cooperativa, el académico planteó que "uno de los mitos es que la Constitución no impediría hacer cambios", cuya falsedad ejemplificó con que "en Chile está constitucionalizado el derecho a la administración privada de AFP; y en salud, existe un derecho constitucional a elegir entre prestadores públicos o privados".
"Hace apenas ocho semanas, el Gobierno anunció que iba a presentar 17 peticiones de inconstitucionalidad al TC por mociones que buscaban, por ejemplo, rebajar la jornada laboral a 40 horas", agregó.
En ese marco, apuntó que "el Gobierno ha trabajado con una ambigüedad exquisita, que es la palabra 'cambio', que puede aludir a una reforma o una nueva Constitución", procesos que son diferentes: "Una nueva Constitución consiste en que los representantes de la ciudadanía revisan artículo por articulo, una especie de revisión completa. En Chile no hemos tenido oportunidad de hacerlo, como sí ocurrió cuando terminó la dictadura en Brasil o en España después de que murió Franco", expuso.
Por ello, instó que "el Presidente Piñera debiera ser claro ante el país, ¿está realmente dispuesto a establecer un proceso para una nueva Constitución o quiere jugar con la palabra de que va a 'cambiarla' vía reformas puntuales? Esa estrategia ha fracasado para resolver el problema constitucional, llevamos 30 años parchando una Constitución que sigue siendo un problema".
"Veo una falta de voluntad del Presidente de tomar la oportunidad de ser quien lidere el proceso de cambio hacia una Constitución elaborada en democracia (...) uno advierte un Presidente reactivo", lamentó el profesor de la Universidad Diego Portales.
"Ha pasado como el rey de la letra chica"
Couso sostuvo que "descomprimiría mucho la situación de hoy que el Congreso Nacional, y para eso requiere la anuencia del Presidente, que aprobara una reforma constitucional que permita preguntar a la ciudadanía si quiere o no una nueva Constitución, y otra sobre tres opciones de mecanismos. Ayudaría mucho que el Presidente lidere este proceso y no aparezca reactivamente".
Sin embargo, subrayó que "la sensación que da el Presidente es que aparece siempre tratando de ceder sólo cuando está arrinconado, en vez de asumir que no tiene nada de malo liderar este proceso", contexto en el cual, reconoció, "el miedo que tengo es que la gente perciba que el Presidente está entregando píldoras para tranquilizar", en circunstancias en que "es un Presidente que ha pasado como el rey de la letra chica, la gente desconfía de él. Se necesita algo más que decir 'no me cierro', 'no descarto' ".
"Si hay un acuerdo nacional, como ocurrió en Sudáfrica con Mandela y el líder del régimen del apartheid, esto saldría bastante rápido y contribuiría ahora a bajar la crispación", aseguró, pero esa posibilidad contrasta con "un miedo de sectores de derecha que consideran que es el fin de los tiempos si se abre el debate de una nueva Constitución. Es una desconfianza a la capacidad de autogobierno de los chilenos".
Recordó que hace unos años, en el libro "El otro modelo" junto a Alfredo Joignant, analizaron que "Chile tenía una versión particularmente extrema de neoliberalismo, y sigue siendo así", a tal punto que "Estados Unidos es socialista al lado de Chile".
"Básicamente planteábamos que el modelo constitucional estaba estructurado para hacer extremadamente difícil cambiar el modelo, y citábamos una declaración de Jaime Guzmán de 1979" que lo confirmaba, sentenció.
Expertos ven "interesante" apertura de Piñera a discutir reforma a la Constitución
En entrevista con la BBC, el Presidente Piñera se abrió a discutir "una reforma a la Constitución", porque -comprometió- quiere "lograr un acuerdo, escuchar a la ciudadanía con atención y humildad".
En opinión del también abogado constitucionalista Patricio Zapata (DC), esa declaración "es interesante, pero me parece bastante evidente que no alcanzan a marcar un rumbo, no fijan un derrotero, no fijan un calendario, no proponen un objetivo, entonces yo espero que esa primera declaración de intenciones sea seguida muy pronto de un camino, un itinerario".
"En todo caso, en el Congreso Nacional, ya está empezando a ponerse en marcha esta conversación", resaltó el presidente del Centro Democracia y Comunidad.
Justamente se espera que el presidente del Senado, Jaime Quintana, y otros paralementarios presenten hoy un proyecto de reforma constitucional que permita al Presidente de la República o al Congreso Pleno convocar a plebiscitios generales vinculantes.
Pese a su compromiso, el Mandatario precisó que las prioridades inmediatas son "restaurar el orden público y poner en marcha la agenda social".
Lineamientos que comparte el constitucionalista Sebastián Zárate, porque "para satisfacer las necesidades que se están viviendo ahora, la Constitución no va a beneficiar en absolutamente nada de lo que se está planteando, porque una Constitución no es un instrumento de generación de políticas públicas".
"Estoy de acuerdo en que hay prioridades, no se puede partir por la Constitución, pero cuando lleguemos a ese momento, primero hay que evaluar que cambios estructurales hay que hacerle a nuestro sistema", recalcó.