A más de dos años de los incendios que afectaron a varias estaciones del Metro de Santiago, el fiscal José Morales, que logró condenar a Daniel Bustos por el siniestro de la estación San Pablo, descartó que hubiese una acción concertada detrás de estos ataques.
Cabe recordar que en tiempos del estallido social, el fiscal Manuel Guerra aludía a "elementos comunes" en las quemas, que podrían conducir a "establecer un patrón delictual", mientras que en el mundo político llamaba la atención que varias de ellas hayan ocurrido en simultáneo.
El persecutor de la Fiscalía Centro Norte replicó en Lo que Queda del Día que "los destrozos de Metro, a lo menos en la jurisdicción donde yo trabajo, fueron San Pablo Línea 1, San Pablo Línea 5, Cumming -que fueron los más graves-, y ocurren a horas distintas, por personas distintas".
"En San Pablo Línea 5 son adolescentes, algunos de los cuales fueron identificados, y en San Pablo Línea 1 fueron primero adolescentes en la mañana, y luego el imputado Bustos en la tarde", profundizó, mencionando al joven condenado este miércoles por lanzar un artefacto incendiario que consumió a toda la estación el 19 de octubre del 2019.
Morales estableció entonces que "no se ha dado cuenta ni se han determinado la existencia ni de coordinación entre estas personas, ni de una motivación política, en circunstancias que se investigó a través de redes sociales y de los teléfonos".
En la misma línea, se distanció de la tesis del Gobierno anterior que responsabilizaba a agentes extranjeros de los casos de destrucción del Metro: "No he visto ningún tipo ni de concertación ni de organización de esa manera", ratificó.
Al mismo tiempo, aclaró que "la Agencia Nacional de Inteligencia, por ley, sólo colabora a petición del fiscal nacional, y no tengo antecedentes al respecto ni de ese origen, al menos en mis causas".
"VAN A SER MÍNIMOS" LOS CASOS CON CONDENAS
Por otra parte, atendida la dilación de causas similares a la de San Pablo, el fiscal explicó que existen varias razones: "Los primeros días luego del 18 de octubre, no se pudo trabajar en forma eficiente en los sitios del suceso (...) Hubo una destrucción masiva de las cámaras de seguridad de Metro y de otras instituciones, de hecho, una de las cuestiones que nos sirvió fueron ciudadanos que grabaron espontáneamente los hechos".
Dadas estas circunstancias, sumado el que "en muchas estaciones, intervinieron masivamente personas con el objeto de destruirlas", prevé que "van a ser hechos mínimos" los que terminen con algún nivel de responsabilidad.
En ese sentido, indicó que la investigación de lo que ocurrió en la estación Cumming "ha costado bastante, porque fue destruida completamente, no por incendio, sino que básicamente por el lanzamiento de objetos", pero "esperamos, durante el presente año, poder formalizar a algunas de las personas que confesaron daños a esa estación".