Unos 2.000 ejemplares habrían sido asesinados con hachas y palos por pescadores de jaibas.
La policía civil calificó el hallazgo como el maltrato animal más grave del último tiempo.
Personal de la Bidema y Sernapesca observó a sólo 40 ejemplares en un área que llegó a albergar a 2.000 pingüinos.
La Brigada Investigadora de Delitos contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI investiga junto a Sernapesca una grave mortandad de pingüinos magallánicos, que podría llegar a los 2.000 ejemplares, en la isla Leguas, al sur del archipiélago de Chiloé, en la Región de Los Lagos.
La policía civil calificó el hallazgo como el maltrato animal más grave del último tiempo registrado en la Región y fue posible gracias a información que indicaba que colonias casi completas estaban siendo arrasadas por pescadores de jaibas, quienes atacaban a las aves en sus zonas de anidación y los mataban con hachas y palos para utilizarlos como cebo.
Según informa El Mercurio, tras la denuncia de la Fundación Orca se solicitó a la Fiscalía de Quellón una orden de investigar por maltrato animal y delitos contra la fauna protegida.
La isla Leguas está ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Quellón y al desembarcar allí, los miembros de un grupo multidisciplinario descubrieron restos de plumas, aún frescas, y múltiples charcos de sangre, evidencia de que el sitio había sido asaltado poco tiempo antes.
"Cuando llegamos nunca pretendimos encontrar sangre ni plumas. (...) Según los antecedentes que teníamos, esta es una forma de pescar que se utiliza hace años no sólo ahí, sino que en otros lugares del país", afirmó el subcomisario Víctor Casanova, de la Bidema de Valdivia.
En tanto, el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, explicó que "se habían recibido antecedentes de que se estaba realizando una caza y matanza ilegal de pingüinos y lobos marinos en la isla Leguas y su entorno, por lo que nuestros funcionarios participaron en esta fiscalización en terreno, donde efectivamente constaron que había huellas de este delito".
Además, personal de la Bidema y Sernapesca observó a sólo 40 ejemplares en un área que llegó a albergar a 2.000 pingüinos, según información recabada en avistamientos anteriores en la isla.
Pese a que fiscalizar estos hechos es complejo, las penas por actos de maltrato o crueldad animal pueden llegar a presidio menor en sus grados mínimo a medio y una multa de dos a 30 UTM (90 mil a un millón 350 mil pesos), o sólo esta última dependiendo de la gravedad del caso.
