Operará en la comuna de Pichilemu y tiene como objetivo ser un "mecanismo vital para regenerar acciones concretas en la protección, conservación y restauración" de estos lugares.
El Comité está compuesto por miembros de la academia, organizaciones territoriales, sector privado y gobierno local.
Chile constituyó su primer Comité Comunal de Humedales en la comuna de Pichilemu con objetivos de protección, conservación y restauración, informaron este viernes fuentes gubernamentales.
"La protección de los ecosistemas son temas prioritarios en nuestro trabajo como Gobierno del Presidente Gabriel Boric, en ello, el trabajo con los gobiernos locales son cruciales para implementar los planes y programas de nuestro ministerio", dijo la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, en un comunicado del Gobierno.
Este hito medioambiental, inaugurado hoy en la costa sur de la Región de O'Higgins, es un "mecanismo vital para regenerar acciones concretas en la protección, conservación y restauración de los humedales de la comuna, tal como lo mandata la Ley de Humedales Urbanos".
Según el comunicado, esta ley "establece la obligación de crear comités nacionales, regionales y comunales", comité que colaboró con la Mesa Regional de Humedales, liderada por la Seremi del Medio Ambiente y el Gobierno Regional.
"Estamos marcando un hito a nivel nacional, ya que Pichilemu es la comuna pionera en concretar un Comité Comunal de Humedales, lo cual esperamos sea una acción que se repita en el resto de las comunas", aseguró la seremi de Medio Ambiente de O'Higgins, Giovanna Amaya.
Este Comité está compuesto por miembros de la academia, organizaciones territoriales, sector privado y gobierno local.
Asimismo, dicho Comité tiene un plazo de 60 días desde su entrada en vigencia para elaborar un reglamento interno para su funcionamiento y protocolo de acuerdos, entre otros.
Hasta ahora, los humedales urbanos en Chile suman más de 11.000 hectáreas y se esparcen en 60 municipios del país.
Los humedales urbanos son terrenos cubiertos por aguas dulces o marinas, sea de manera natural o artificial, cuya profundidad no excede los seis metros en marea baja y que se encuentran total o parcialmente dentro de un límite urbano; esas áreas tienen protecciones ambientales especiales, con limitaciones para albergar proyectos urbanísticos o industriales.
