La Asamblea General de la Unión Europea de Geofísica en Viena dio a conocer los resultados del Proyecto Anillo que dirige la investigación "Carbono Negro en la Criósfera Andina", financiado por CONICYT.
El proyecto analizó cientos de muestras de nieve recogidas por investigadores de seis universidades a lo largo del país, abarcando desde Putre en el Desierto de Atacama hasta el campamento Glaciar Unión en la Antártica.
El estudio buscaba determinar si la cantidad de carbono negro y otras impurezas en la cordillera podían afectar las reservas de nieve en nuestro país.
Los muestreos realizados demuestran que "afortunadamente la cordillera no está ampliamente afectada por la contaminación", aseguró el doctor Raúl Cordero, académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago, quien lideró al equipo investigador.
Cordero destaca que las concentraciones de carbono negro detectadas fueron –en general- menores a los 14 nanogramos de hollín por gramo de nieve, lo que se considera bajo y ubica a las nieves andinas al nivel de Alaska o el Ártico canadiense.
Las excepciones se encontraron en el Cerro Toco en la Región de Antofagasta –muy cerca de generadores a diésel de proyectos astronómicos- donde se detectaron concentraciones mayores a 40 nanogramos; y en el sector Valle Nevado-La Parva –muy afectada por la contaminación de Santiago-.
Respecto a la Antártica, el estudio determinó que se trata del continente más limpio del mundo, donde las concentraciones en Glaciar Unión fueron menores a 1 nanogramo por gramo de nieve.