La ex Presidenta Michelle Bachelet dijo este domingo en televisión que en su propuesta de Gobierno contempla subir a 25 por ciento impuesto de primera categoría (a las utilidades) de las empresas y bajar el máximo de tributación de las personas de 40 a 35 por ciento, en el caso de las más altas rentas.
En el programa "Protagonistas" de Canal 13, Bachelet dijo que su planteamiento es de "una reforma importante", que aumente la recaudación en "tres puntos del PIB; más o menos 8.200 millones de dólares", de los cuales "entre 1,5 y dos puntos del PIB serán para la reforma educativa".
Ése "el primer gran objetivo", pero con su reforma se busca también "desarrollar equidad en el sistema tributario" para que "quienes ganen más paguen más", y en tercer lugar resolver el "déficit estructural de menos un punto del PIB que dejará este Gobierno".
En concreto, "a las empresas se les va a subir de 20 a 25 por ciento" y se va a bajar "el tope del impuesto a las personas de 40 a 35 por ciento", medidas que se aplicarán "no de un día para otro; (que) tienen una cierta gradualidad".
Junto con esto, se dispondrán "incentivos al ahorro y a la inversión" para atacar la baja que se pudiera producir en dichos índices producto de la reforma, señaló.
Los empresarios "entenderán"
La candidata presidencial del PS, el PPD, el PC, el MAS y la IC dijo haber estado conversando ya con empresarios, quienes le "han dicho que harán los ajustes para cumplir con aquello".
Aseguró que tanto en su primer Gobierno, como volviendo ahora a ser candidata, ha escuchado al sector empresarial decir que "cuando un objetivo era esencial ellos podían entender una reforma tributaria, y que educación era el punto más importante, porque uno de los problemas que tiene nuestra economía es que no hemos logrado mejorar en productividad, y la productividad y competitividad de un país están tan vinculadas al conocimiento, a la innovación...", expresó.
"Hacer una reforma tributaria para asegurar la calidad de la educación para todos no sólo es justo, sino que además es la mejor inversión que un país puede hacer", negando que esta iniciativa sea "una cosa fuera de tono, una locura".
