Una cruda historia de violencia intrafamiliar, con decepcionante resultado en la Justicia, quedó al descubierto a partir de un testimonio difundido y viralizado en las redes sociales.
"Puedo hablar... desde el dolor, la pena y la impotencia para decir que en CHILE LA JUSTICIA ES CIEGA! Por eso Nos VIOLAN, GOLPEAN, NOS INSULTAN, NOS MATAN... el Agresor siempre se las lleva gratis", escribió Isabel Margarita en su cuenta de Twitter, junto a una imagen que mostraba en primer plano su rostro con el ojo izquierdo, la mejilla y los labios amoratados.
La publicación tuvo rápida repercusión, y a partir de las numerosas consultas realizadas por cibernautas, la mujer explicó que la fotografía es de "hace poco más de un año", pero el caso sólo se resolvió -en desmedro suyo- este viernes.
"Ésa soy YO. Eso me lo hizo el papá de mis hijas... Más de un año pasando por pellejerías, tratando de salir adelante para qué? Para que la Justicia me anule y deje al agresor libre de polvo y paja", lamentó Isabel.
La joven relató -a lo largo de varios posteos- que interpuso dos querellas contra su ex pareja: una por maltrato habitual y otra por lesiones en contexto de violencia intrafamiliar, pero al momento de verse el caso en el Juzgado de Garantía, el abogado defensor y el fiscal llegaron a un acuerdo reparatorio, pese a que ella había pedido "expresamente" que esto no fuera así.
"Mi abogado era del Sernam, mi defensor el fiscal, presentamos dos querellas y a pesar de eso no se respetó mi decisión de NO (hacer) acuerdo (...) Todo quedó en suspensión del proceso, sin antecedentes ni tratamiento sicólogico. Mantengo una cautelar, nada más, a pesar de que tenía testigos y fotos e informes médicos", explicó.
"Ésa soy YO. Eso me lo hizo el papá de mis hijas. En Chile la justicia es ciega. Por eso nos violan, golpean, insultan, nos matan", lamentó Isabel.
"Hoy (viernes) era la audiencia penal. Yo tenía testigos, fotos, constatación de lesiones... todo quedó en nada. Él salió limpio de todo esto (...) Mis testigos no lo pueden creer (...) Por eso compartí mi historia y mi frustración. Deseo que a nadie nunca más le pase. No sentí justicia", relató.
Isabel contó además que ahora sólo la protege de su agresor una medida cautelar que pesa sobre éste, pero que no la deja tranquila ni conforme: "Yo quería que él se sometiera a un tratamiento sicológico, porque tenemos dos niñitas (de 3 y 1 año) y que admitiera todo, (...) que él reconociera lo que me hizo", explica: "Esperaba que al menos asumiera su responsabilidad y que le solicitaran tratamiento; no por mí, si no por mis hijas y por él".
"No voy a apelar"
"Pero ya fue, se cerró la causa y no voy a apelar. Me costó mucho salir y hoy estoy feliz con mis hijas. Sufrí mucho (...) A pesar de tener dos querellas, igualmente no se me escuchó y se desestimó la causa. No quiero seguir, porque fue doloroso, un año en tratamiento, hoy estoy feliz con mis hijas... ya no espero nada más", escribió.
"(Superar lo vivido) me ha costado más de un año; tiempo, llanto, dinero, sacrificio y que mis hijas me vieran llorar cuando no daba más. Estuve con tres sicólogas, un siquiatra, sin ellas no habría salido. Hoy cerré este doloroso capítulo de mi historia", señala.
"No le guardo rencor"
A raíz del posteo la mujer recibió numerosas expresiones de apoyo y también varias invitaciones a "funar" al hombre que la golpeó, pero declinó hacerlo. Dice que "no hay odio", además que "él no tiene redes sociales".
"Pongo punto final a esta parte dolorosa de mi historia. Siempre vuelvo a sonreír", dijo la joven.
"Ya pasó... Doy vuelta la página, hoy estoy feliz con mis pequeñas, a pesar de que quería justicia. No la hubo como esperaba, sólo le deseo lo mejor a él. (...) Él seguirá siendo el papá de mis hijas... La noticia de NO tener justicia me dolió. Nada más. Estaré bien. Yo seguiré sonriendo y disfrutando a mis niñitas. Desde que él no está soy feliz con mis pequeñas", cuenta.
"Lamento haber recordado algo triste, sólo lo hice público por que necesitaba gritarlo, yo esperaba justicia, ahora sólo (queda) dar por finalizado este capítulo y seguir adelante feliz, como me siento. Soy feliz, puedo sonreír con mi alma, ya no le guardo rencor", asegura.
"Con esto doy por cerrada esta etapa, necesitaba gritar mi impotencia... para volver a sonreír. Estaré bien (...) Nunca dejaré de sonreír y luchar por mis pequeñas", finaliza.