Acusando que no se han considerado las razones de fondo, el vicario de la Familia manifestó su extrañeza ante los avances de la ley de divorcio.
El vicario de la Familia del Arzobispado de Santiago, Jaime Fernández, expresó que la forma en que se aprobaron las reducciones en los plazos para el divorcio en el Senado ha dejado desconcertada a la Iglesia Católica.
"Nos parece impresionante lo que pasó, no cabe ninguna duda de que ahí hay algo que es desconcertante porque evidentemente se han ido mostrando con tanta claridad las razones de fondo, pero da la impresión de que las razones de fondo no han sido consideradas", señaló Fernández.
Para el representante de la Iglesia, "el divorcio es un mal, no un bien, que produce el debilitamiento de la familia, que soluciona también conflictos jurídicos pero desequilibra a toda la sociedad".
Recientemente, el vicario de la Familia se había manifestado satisfecho con el reconocimiento del matrimonio religioso "como una demostración del pluralismo que caracteriza a una democracia", mecanismo que figura en el artículo 21 del proyecto legal. Pero áun ha insistido en la necesidad de que las parejas puedan casarse expresamente sin opción de divorcio, situación que no fue aprobada por el Senado.
"La Iglesia sin efectuar presiones, pero si poniendo énfasis en sus puntos, hará presente todos los aspectos que ella considera necesarios para que se legisle lo que es el tercer paso legislativo a realizarse en marzo, esto con el fin que se produzca una mejor ley", agregó el vicario Fernández.
La Conferencia Episcopal señaló que no emitirá un pronunciamiento oficial hasta que no se hayan cumplido todos los pasos en el Parlamento.
