El alcalde de Valdivia, Omar Sabat (independiente pro UDI), se declaró "muy preocupado" por los retrasos y polémicas que rodean al Puente Cau Cau, obra que busca unir la Isla Teja con el sector de Las Ánimas.
El martes se conoció la renuncia del director de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, Mario Fernández, pero a pesar de ello aún se mantienen las dudas de la autoridad comunal, de las que nadie se hace cargo, alega.
"Nosotros estamos muy preocupados. Tenemos mucho que decir al respecto, porque también tenemos compromisos económicos: vamos a hacer entrega de 105 millones de pesos anuales para que funcione el pago del alumbrado público del puente, pero hasta el momento el ministro (Alberto Undurraga) no ha podido o no ha querido responder a todas las preguntas que hemos estado realizando. Siempre nos mantienen en una nebulosa", alegó Sabat.
Los reclamos también se hacen presentes desde la comunidad: "Tenemos una deficiencia importante de infraestructura vial y la no puesta en marcha y funcionamiento de este proyecto, que lleva tantos años, tiene un impacto directo", dijo Patricio Alarcón, presidente del Consejo de Desarrollo de la Costa, organización que reúne a los vecinos de Valdivia.
El dirigente social indicó que este déficit se traduce "en la calidad de los servicios que les entregamos a las personas que viven en la región, que pasa necesariamente por una sola vía de ingreso hacia la costa. Por lo tanto, se provocan atrasos, bochornos y molestias que nadie quisiera".
"Cariño desmedido"
El senador socialista por la Región de Los Ríos, Alfonso de Urresti, comentó que la renuncia de Mario Fernández "era lo mínimo que podía ocurrir respecto de una persona que desde el año 2009 estaba a cargo de la Dirección de Vialidad".
Ahora falta "que se establezcan plenamente las responsabilidades, que se sancione por todo lo ocurrido, se investigue, tengamos lo antes posible un informe sobre el estado real del puente y se sepa hasta qué magnitud son las irregularidades que ha habido en la construcción", agregó De Urresti, quien pidió investigar un eventual nexo entre Mario Fernández y la empresa a cargo del proyecto, Azvi.
El ex diputado recordó que pese a errores como la contratación de un falso topógrafo (descubierta en noviembre de 2013) y la instalación al revés de los brazos (que hizo al puente conocido a nivel nacional), Azvi se adjudicó otras dos importantes obras en Valdivia.
"No sólo se adjudicó el ingreso norte, sino que también una diagonal, un camino que se llama Cabo Blanco-La María, que es el camino que conecta la entrada diagonal hacia el puente. Son dos obras importantes que también fueron adjudicadas a esta empresa. Aquí claramente hay algo muy extraño, hay un cariño desmedido por Azvi dentro de Vialidad", indicó Alfonso de Urresti.
A fines de febrero el MOP sancionó a Azvi eliminándola del registro de contratistas del Estado por dos años.
Sin plazos
El proyecto del primer puente basculante de Chile fue anunciado por el Presidente Sebastián Piñera el año 2011 y su inauguración estaba prevista originalmente para febrero de 2014, un mes antes del cambio de mando.
Contactado en las últimas horas por Cooperativa, el director del grupo Azvi en Chile, Juan Lacassie, evitó emitir comentarios respecto al futuro del Cau Cau. Sí lo hizo el pasado viernes, cuando acusó indefiniciones en el MOP e indicó que por la rotura de la pieza registrada en febrero no existe un plazo fijo para que el puente sea una realidad
"El contratista con el Ministerio de Obras Públicas de Chile es Azvi Chile SA, y nosotros vamos a cumplir con eso, pero tenemos subcontratistas encargados de una parte del puente que tienen que responder por lo que hicieron y no sabemos qué es lo que falló", señaló.
Para la entrega de las obras "no hay plazo fijo. Estamos intentando levantar el puente, (...) pero plazo fijo para el término del puente no (hay) antes de que conozcamos el origen de la falla", dijo el ejecutivo.
