La polémica por el "desahogo" del contralor general de la República, Ramiro Mendoza, cruzó las fronteras de la política local y llegó hasta Argentina.
Los dichos de Mendoza sobre el kirchnerismo y, particularmente, sobre el hijo de la presidenta Cristina Fernández, Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, comenzaron a generar reacciones de alto nivel en las últimas horas.
Afirmó que declaraciones suyas reproducidas este miércoles en una nota y en la portada del diario La Segunda fueron "descontextualizadas".
"Cuando sólo sé lo que piensan los que piensan como yo, eso se llama camarilla o montonera (...) Los montoneros no hacen golpes, hacen revuelta, los montoneros no hacen creación de valor a través de la democracia, sino que hacen captura del poder", dijo el contralor en su polémica intervención del martes en un Seminario de Derecho Administrativo en la Universidad Católica, que se conoció el día siguiente mediante una vistosa portada del diario La Segunda.
"Es lo que hace el hijo de Kirchner hoy: la mamá ya no puede ser candidata y el otro, que con buena suerte sabrá sonarse, ahora lo están levantando como candidato", remató Mendoza, quien opinó que en Chile "somos parcialmente montoneros" por "la forma de distribución del poder político", donde "el 'hijo de' es mejor candidato que los otros, porque 'tiene el conocimiento del papá'; como si la experiencia política fuera transmisible y fuera un haber patrimonial en la muerte".
Molestia, disconformidad
Según publica este viernes el diario La Tercera, "en Argentina tomaron nota de las declaraciones de la autoridad chilena" y ya a primera hora de ayer "comenzaron a sonar los teléfonos de la Embajada de Chile" en el país vecino, ubicada en el barrio de Palermo.
"Altas fuentes diplomáticas" confirmaron al medio que las autoridades transandinas "notificaron" al Gobierno de Bachelet, a través del embajador Marcelo Díaz (PS), de su "disconformidad" por la alusión al mayor de los hijos del matrimonio Kirchner.
Esta molestia no sólo fue expresada desde el Ejecutivo, pues también miembros del Congreso se comunicaron con la representación diplomática encabezada por el ex diputado socialista.
Asimismo, "desde la Embajada de Argentina en Chile, liderada por Ginés González, se contactaron con miembros de la Cancillería chilena" para reforzar el reclamo.
De acuerdo al matutino, hasta última hora de ayer en el Edificio Carrera no habían recibido ninguna nota oficial respecto de este tema. Sin embargo, fuentes diplomáticas argentinas comentaron que la posición de su Gobierno no sólo se quedaría en los contactos verbales y que "en las próximas horas llegaría una nota de protesta".
No obstante, habría sido valorada en Buenos Aires la rápida respuesta del Gobierno de Bachelet a través del vocero Álvaro Elizalde, quien dijo la misma tarde del miércoles que contralor se había "extralimitado" y roto una "tradición institucional".
Según La Tercera, la incomodidad transandina respecto de los dichos del contralor había sido anticipada en La Moneda, pues el miércoles, "a pocas horas de conocer las polémicas declaraciones, en la casa de gobierno se comentó de manera reservada que había cierta preocupación ante posibles repercusiones diplomáticas con el Gobierno de Cristina Fernández".