La investigación de las supuestas irregularidades en el Censo 2012 apunta a la suma de datos de casas que estaban en construcción y viviendas deshabitadas.
De acuerdo con allegados a la investigación, las presuntas irregularidades por las que se evaluó imputar al ex director del INE, Francisco Labbé, y el jefe del Censo 2012 del INE, Eduardo Carrasco, son falsificación de instrumento público y falsificación ideológica.
Ambos serían responsables de ordenar sumar datos de casas que estaban en construcción y viviendas deshabitadas no solo con el género de sus supuestos habitantes, sino también con la caracterización de ellos, es decir credo religioso, etnia, nivel de ingreso económico, entre otros antecedentes, lo que llevó a un aumento de habitantes de hasta un 20 por ciento, por ejemplo, en algunas comunas de la Región Metropolitana.
La decisión de formalizarlos aún no está tomada ya que se ha dicho en el Ministerio Público que restan algunos informes específicos y de estadísticas.
El fiscal José Morales no quiso entregar detalles del caso, pero afirmó que "la Fiscalía ha avanzado bastante en el nivel de esclarecimiento respecto de los hechos. Lo que estamos determinando si esos hechos son constitutivos de delito".