Economistas de diversas organizaciones plantearon la necesidad de que se haga una auditoría que asegure transparencia a los datos obtenidos por el censo 2012 y que han sido cuestionados por la manipulación de cifras por parte del INE.
Este jueves el ministro de Economía subrogante, Tomás Flores, anunció que no se efectuará un nuevo censo pese a las irregularidades y afirmó que se trabaja en la estimación de la cantidad de chilenos que no fueron empadronados.
Gustavo Diez, economista experto en políticas públicas del Instituto Libertad, planteó que "lo que uno busca como economista que diseña herramientas e instrumentos es contar con la mejor información disponible. Si eso pasa por todas las auditorías que sean necesarias, me parece que si son externas la cuota de transparencia es mayor".
Eduardo Valenzuela, director de instituto de sociología de Universidad Católica, dijo que es correcta la decisión de no repetir el censo: "Hacer un censo implica mucho tiempo y mucho dinero. Los censos no se pueden repetir con facilidad".
"Creo más bien que existen buenas posibilidades de rescatar el censo actual puesto que no todo se habrá hecho mal. Con una buena auditoría y un buen proceso de validación interno de los datos que se obtuvieron el censo podría ser rescatado. Probablemente no va a ser el mejor censo de la historia", agregó Valenzuela.
Y Marco Kremerman, de la Fundación Sol, reiteró que "hay dos grandes problemas: primero se pueden tomar pésimas decisiones de políticas públicas y segundo que está en juego la credibilidad de las estadísticas en Chile. Hay algo que nos ha caracterizado como tener un sistema estadísticos sin grandes críticas; no puede ser que en un par de meses la credibilidad de vaya a la basura".