Este sábado, en medio del debate por la situación de los inmigrantes en Chile, diputados aplaudieron el anuncio realizado ayer por la Presidenta Michelle Bachelet de que el Gobierno priorizará una nueva Ley de Migraciones.
Issa Kort (UDI), uno de los parlamentarios que propusieron actualizar la normativa que considera, de manera "excepcional", la prohibición del ingreso o la expulsión de ciertos grupos de extranjeros, como quienes cometan delitos, celebró el anuncio, aunque reparó en que debe tener claridad.
El legislador pidió que "las normas establecidas para las migraciones en nuestro país sean claras en tanto sepan los migrantes cuáles son los requisitos para entrar, cuáles son las condiciones, su deberes y sus derechos a cumplir, así como también se pueden aumentar y generar sanciones a quienes promuevan, por ejemplo, la trata de blancas, el tráfico de personas, o que vulneren los derechos sociales y laborales de estos migrantes".
Jorge Tarud (PPD), también respaldó la propuesta, pero "hay que hacer una ley seria, moderna, bien estudiada. Tomar lo que es la legislación comparada, como lo han hecho otras naciones. Nadie ha sido la panacea, por lo demás, porque las democracias siempre van a ser vulnerables".
Para el parlamentario es clave "el que no se nos vea un país racista, porque las cuñas que hemos oído de algunos altos personeros nacionales, de ex Presidentes de la República, nos ven como un país racista, xenófobo, y eso daña profundamente nuestra imagen internacional".
Advertencias de un experto
Luis Thayer Correa, investigador de la Universidad Central y director del Observatorio de Políticas Migratorias, advirtió en El Diario de Cooperativa que aumentar las condiciones para entrar al país podría hacer crecer la llegada de inmigrantes ilegales.
"Las políticas restrictivas que se están impulsando hoy dia, y que se han impulsado en Estados Unidos y en Europa, generan varias consecuencias: una de ellas es que se reducen los flujos migratorios, o sea, tiene un cierto impacto en el sentido buscado. Además se incentiva las redes de trata y tráfico, y que los migrantes ilegales permanezcan en el país de destino. Es decir, si un inmigrante ilegal logra ingresar a Chile, con estas restricciones fronterizas, lo más probable es que se quede".
Según las cifras oficiales, en Chile residen cerca de 478 mil extranjeros, y cientos de ellos se juntaron en el Museo Histórico Nacional, con máscaras, difraces, comida y música de sus paises de origen, celebrando el Día del Migrante.
De todos los inmigrantes que viven en el país, solo un uno por ciento ha cometido delitos, siendo el tráfico de drogas el que predomina.