Esta semana la Sala del Senado retomará el debate y las votaciones en particular del proyecto de Ley de Migración y Extranjería, con un nuevo llamado del Gobierno -que lo impulsa- a avanzar en la tramitación, pero rechazando las indicaciones propuestas por la oposición, que a su vez es crítico de la iniciativa.
Este trámite, el segundo constitucional, se ha tornado procedimentalmente complejo, ya que el texto contiene casi 200 artículos trabajados en tres comisiones, la de Hacienda, la de Derechos Humanos y la de Gobierno, y con la amenaza de un eventual veto presidencial si la reforma no es despachada como el Ejecutivo pretende.
Y en esta antesala, el Gobierno se desplegó y los ministros del Interior y de la Segpres, Víctor Pérez (UDI) y Cristián Monckeberg (RN), junto al jefe del Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio, se reunieron con dirigentes de comunidades peruanas, colombianas, haitianas, venezolanas, francesas y belgas para conversar sobre el tema.
Bellolio pidió "entender que este proyecto de ley lleva siete años y medio en discusión, con más de 700 indicaciones", recordando que fue ingresado al Congreso en junio de 2013, durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera.
"Lo que no entiendo es por qué se insiste en seguir dilatando esta decisión", preguntó, pasando a criticar indicaciones de la oposición que el Ejecutivo quiere que sean rechazadas.
Fustigó que "fomentar el ingreso clandestino, por ejemplo cuando les prometen una visa de aquí a que se promulgue la ley a 90 días después, o como ha dicho el Frente Amplio, que cualquier persona con ingreso clandestino, a los dos años tiene visa, es nefasto".
LAS INDICACIONES OPOSITORAS QUE QUIEREN "HACERSE CARGO" DEL INGRESO IRREGULAR
Entre las propuestas de la oposición que no gustan al Gobierno son aquellas que la derecha dice que permite el llamado "turismo laboral"; la que establece una ventana de 90 días para regularizar la situación migratoria; y otra que otorga la residencia tras dos años de permanencia en Chile, hayan sido en condición regular o irregular.
"Nadie quiere fomentar el ingreso clandestino, el punto es cómo te haces cargo de la realidad", replicó el senador RD Juan Ignacio Latorre, impulsor de algunas indicaciones.
"En el último tiempo, en el Gobierno de Piñera ha aumentado la migración irregular, eso ocurre en muchos países. La pregunta es cómo te haces cargo de esa realidad", planteando que al respecto, "por ejemplo, el Pacto de Naciones Unidas propone mecanismos de regularización migratoria de manera transitoria y flexible, para disminuir las tasas de migración irregular, ese es un objetivo de una buena política migratoria con estándares en derechos humanos".
La Sala del Senado citó a dos sesiones esta semana para continuar la discusión de la ley migratoria: el miércoles de 15:00 a 20:00 horas y el jueves de 09:00 a 21:00 horas.
En todo este trámite se esperan decenas de votaciones, cuyos artículos han sido agrupados entre los de mayor consenso para dejar hacia el final los más controvertidos, y el último jueves ya fueron aprobados los primeros paquetes de artículos, entre los que destaca el principio de no devoluciones, que impide enviar de vuelta al país de origen a quienes lleguen a Chile argumentando ser víctima de persecución.
SJM PIDE PENSAR UNA POLÍTICA DE ESTADO Y "NO DE GOBIERNO"
En tanto, el director del Servicio Jesuita a Migrantes, José Tomás Vicuña, expuso que Chile requiere una legislación con visión de Estado.
"Sin duda necesitamos una nueva Ley de Migraciones, pero no tenemos que legislar apurándonos, sino que realmente mirando el largo plazo y una política de Estado de migraciones, y no solo una política de Gobierno. Y en eso, mientras haya un acuerdo transversal va a ser mejor para el país", dijo.