Al menos 34.000 personas que perdieron sus casas en el terremoto de Haití, que este domingo cumple una década, seguirán de forma permanente en los frágiles refugios temporales erigidos tras el sismo, según estima la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Así lo afirmó el jefe de la misión de la OIM en Haití, Giuseppe Loprete, en una entrevista con Efe en la que repasó las necesidades más urgentes de los haitianos que siguen desplazados tras el terremoto devastador del 12 de enero de 2010.
"Pronto será el décimo aniversario del terremoto de 2010. El 12 de enero. En aquel momento había 1,5 millones de desplazados en más de 1.500 campos y sitios de desplazamiento. Ahora hay unos 22 sitios aún abiertos y 34.000 personas viviendo en situación de desplazamiento", señaló el jefe de la misión de la OIM.
"Aunque, tras 10 años, tenemos que decir que para muchos de ellos se ha vuelto la situación normal. No desean o no tienen posibilidad de salir de los lugares de desplazamiento. Algunos están construyendo o intentando asentarse en esas zonas. Así que creemos que los que están desplazados ahora permanecerán en esta situación", advirtió.
"Se calcula que entre 1,5 y 2 millones de haitianos viven en el extranjero y la población en Haití es de cerca de 10 millones. O sea, un quinto de la población vive fuera del país", detalló.
Loprete destacó que a lo largo de 10 años, la organización se implicó en muchas actividades para conseguir "la reducción del 98 o 99 por ciento del número de desplazados, que han vuelto a su casa o a su situación normal. Muchos pudieron hacerlo gracias al apoyo de la OIM".
¿Cuáles son los problemas más urgentes?
"La situación de las personas en los campos es exacerbada, es grave, pero es la misma situación que vive la población ahora mismo. Hay varias áreas en Puerto Príncipe en las que no hay electricidad en la mayor parte del día, que el acceso al agua es también difícil. Solo con un paseo, ves áreas que están claramente hacinadas. La situación en los asentamientos temporales es, por supuesto, más difícil de afrontar para la gente", describió el delegado.
Loprete también alertó de las crecientes presiones migratorias que afectan a la población haitiana a raíz de la actual crisis política que atraviesa el país y criticó la poca utilidad de las deportaciones de decenas de miles de haitianos que realiza cada año la República Dominicana.
Según el funcionario, las presiones migratorias se han incrementado "especialmente donde la inseguridad alimentaria afecta a la mayor parte de la población, a saber, el norte, donde pueden ir a la República Dominicana solo cruzando la frontera por uno de los 100 pasos que hay entre Haití y la República Dominicana".
"Pero también en barco, porque intentan ir a Turcas y Caicos, a Bahamas, o a Estados Unidos y Canadá. Hay otras rutas a Brasil y Chile, transitando por países como Guyana, Guyana Francesa y Dominica", apuntó.
"Por la situación en Haití, al menos un miembro de la familia, principalmente hombres entre 18 y 35 años, buscan oportunidades de trabajo (en el extranjero). Nos damos cuenta, a través de las oficinas de la OIM en la región y de las autoridades, de que muchos haitianos están usando estas rutas ahora", aseguró el jefe de la misión.