Informes señalan al viento como una de las principales causas de la caída de la nave.
Investigaciones además apuntan responsabilidad de la tripulación, la FACh y la DGAC.
Cerca de las 17:00 horas del viernes 2 de septiembre de 2011 se perdió el contacto con el CASA 212 en el que viajaban rumbo a Juan Fernández 21 personas, entre ellos, un equipo del programa "Buenos días a todos" de TVN, incluido el animador Felipe Camiroaga, además de integrantes de la ONG "Desafío Levantemos Chile", funcionarias del Consejo de la Cultura y personal de la FACh.
El viaje tenía como finalidad la inauguración de una serie de obras de reconstrucción en el archipiélago realizados por la ONG tras el terremoto de febrero de 2010.
La nave, pilotada por el teniente Juan Pablo Mallea, intentó aterrizar en dos ocasiones en la peligrosa pista de Robinson Crusoe, ubicada en el extremo sur poniente de la isla.
Testigo de las maniobras fue el concejal de Juan Fernández y operador de la torre de control del aeródromo, Felipe Paredes, quien observó el tercer intento de aproximación del CASA 212, pero este desapareció en la zona de punta O'Higgins con la isla Santa Clara, tras lo cual se perdió la comunicación.
Según la investigación del fabricante de la aeronave, Airbus Military, el accidente se produjo a causa de los fuertes vientos, que viajaba a una baja altura, y la poca experiencia del piloto, lo que provocó que cayera invertido al mar en solo 3,2 segundos.
El informe acreditó, a través de un informe meteorológico, que para el día del accidente se estimaban vientos de 67 kilómetros por hora en el aeródromo de Juan Fernández.
En tanto, la investigación de la Junta Investigadora de Accidentes Aeronáuticos reveló que en la tragedia existió responsabilidad de la tripulación, de la FACh y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
La Fuerza Aérea fue acusada por no tener ningún tipo de procedimiento para efectuar un aterrizaje en Juan Fernández, lo que fue desestimado por la institución, además de informar una zona de exclusión por los fuertes vientos que se generan en el archipiélago.
Mientras que la DGAC fue responsabilizada por no tener un procedimiento estándar y preciso de información y que podría haber sido clave en los malos datos que dieron respecto de los vientos esa tarde del 2 de septiembre, no obstante el organismo desestimó las acusaciones, señalando que entregó a la tripulación información meteorológica correcta.
El viaje y la búsqueda
El avión despegó a las 14:00 horas desde Santiago con destino al archipiélago. La tarde de ese mismo viernes, el alcalde de Juan Fernández, Leopoldo González, fue uno de los primeros en confirmar la desaparición de la aeronave y manifestó desde un principio que era muy difícil encontrar con vida a los tripulantes.
El hecho generó un gran operativo de las Fuerzas Armadas para dar con el avión y con eventuales supervivientes, el cual se inició durante la madrugada del 3 de septiembre.
En el intertanto, varios cientos de personas acudieron al frontis de TVN para realizar una velatón a la espera de conocer noticias sobre el destino de los ocupantes del vuelo.
Durante la jornada del accidente los pescadores del archipiélago iniciaron labores de búsqueda, pero sólo fueron hallados equipaje, materiales de construcción y la puerta del CASA 212, lo que incentivó la hipótesis del amarizaje.
No obstante, con el paso de las horas las esperanzas de encontrar sobrevivientes se fueron apagando y en las primeras horas del 3 de septiembre comenzaron a aparecer algunos restos de víctimas del accidente.
Al anochecer del 3 de septiembre, el ministro de Defensa, Andrés Allamand, reconoció que no había sobrevivientes del hecho y la búsqueda continuó por semanas para hallar los restos de las víctimas.
