Rodrigo Figueroa es el periodista del Desafío Levantemos Chile y hace casi un año era pasajero seguro en el viaje del CASA 212 a Juan Fernández. Sin embargo, días antes del despegue recibió el llamado de Joaquín Arnolds, gerente general de la fundación.
"El avión está lleno y se nos está quedando Joel (Lizama) abajo", le habría dicho Arnolds, según relató a El Mercurio.
"En ese momento me dio pena y lata lo que estaba escuchando porque quería ir a la isla y ver los negocios funcionando", detalló.
Luego de ceder su cupo al experto en deportes extremos, Joel Lizama, Figueroa recibió un llamado el viernes 2 de septiembre, donde le relataron que el avión se había caído.
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El periodista se salvó del accidente que terminó con la vida de las 21 personas que viajaron en el Casa 212. (Foto: UPI)
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"Quedé en blanco. No lo podía creer. La información era súper confusa", señaló.
Según Figueroa, "mucha gente se había quedado con la información de que yo iba en el avión y querían saber cómo estaba".
El periodista relató que no tomó conciencia de lo que había ocurrido hasta que su polola, "muy angustiada, me abrazó y me dijo: ¡qué bueno que estés aquí!'. Y también cuando llamaron mis padres".
El integrante del Desafío Levantemos Chile aseguró que "mi vida cambió radicalmente; el accidente en Juan Fernández marcó un antes y un después".
"Hoy no dejo nada para mañana, le digo a la gente que quiero, que la quiero; no planifico tanto; me dejé hasta barba y soy un poco más hippie; escalo y disfruto más la naturaleza", detalló.
Figueroa afirmó que no siente que Dios lo haya salvado de la tragedia. "Sería una soberbia decir que yo estoy bendecido y hay otros que no", declaró.