El Cuarto Tribunal Oral de Santiago condenó a la madre de Bastián Bravo, Mireya Sepúlveda, a tres años y un día de libertad vigilada intensiva por el abuso sexual de su hija de seis años y también a 541 días por producción de pornografía infantil.
Esta lectura de condena se da luego que la semana pasada se le declarara culpable de esos delitos y se absolviera a su esposo, Iván Bravo, por la misma acusación.
De esta manera el tribunal desestimó la petición de la Fiscalía que pedía en total 11 años de cárcel en contra de la mujer.
La fiscal Paola Trisotti manifestó que "el delito de abuso sexual tiene una pena que parte de tres años y un día y por lo tanto ya no es un tema de aplicación de la ley, que estemos fallando los fiscales, están fallando los jueces".
"La ley tiene esas penas establecidas para un delito de abuso sexual. En delitos sexuales siempre las penas son insuficientes porque son bajas, porque no puede ser que partan de tres años y un día para alguien que abuse de un niño pero nosotros como fiscales no podemos tampoco pedir más", sostuvo.
El abogado Alex Caroca precisó que pedirán la nulidad del juicio oral, ya que "a mí no me deja conforme la decisión que se adoptó respecto al tema de la prueba ilícita, ese es un tema de derechos fundamentales, un tema de principios, un tema muy importante para todos los ciudadanos de este país".
"No se puede hacer un procedimiento policial en los términos que se hizo en este caso según nuestro entender y por lo tanto estamos obligados, entiendo yo desde el punto de vista jurídico, ético, agotar esa opción y si se anula el juicio o la sentencia eso ya depende de la Corte Suprema", aseveró.