El organismo fiscalizó a la Seremi Metropolitana.
Se encontraron bolsas sin identificación y discordancias entre los registros y el material en bodega.
En el mes de mayo de este año la Contraloría General de la República dio a conocer un informe de una auditoría interna aleatoria a la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud Metropolitana, en el que se acusó un deficiente manejo de sustancias decomisadas.
El informe aludía a medicamentos -entre ellos estupefacientes y psicotrópicos- que son vendidos con receta médica retenida, los cuales Carabineros o la PDI decomisan y llevan hasta la bodega de la Seremi.
Según consigna este lunes el diario El Mercurio, en el Subdepartamento de Profesiones Médicas y Farmacias, la Contraloría encontró bolsas sin identificación, algunas sin fechas, otras sólo con el Número Único de Evidencia (NUE), que les ponen las policías, además de bolsas y cajas con más de un año de antigüedad.
La Contraloría advirtió que en 2010 la Seremi de Salud Metropolitana recibió 14 decomisos de productos farmacéuticos para los cuales no existía un procedimiento formal que definiera cómo deben proceder con ellos y su disposición final.
Hubo partidas que aparecían documentadas, pero que no estaban en la bodega, no se acreditó su destrucción ni existía el oficio de la fiscalía correspondiente autorizando su destrucción.
El fiscal Raúl Guzmán, que investiga la "desaparición" de droga en los servicios de salud del país, dijo al diario que su indagatoria por ahora está enfocada en la cocaína y marihuana, pero no se descarta ampliarla a otros tipos de sustancias.
"Se está investigando la pérdida de drogas incautadas por infracción a la Ley 20.000, cocaína y marihuana; si se detectan otros delitos, de oficio se investigarán", dijo.
