El director de la PDI, Marcos Vásquez, llamó a retiro al prefecto de la zona occidente de la institución, Alvaro Melo, junto al jefe de la zona metropolitana, Guillermo Alarcón, por el caso de presunta corrupción que involucra a 10 detectives.
El jefe de la institución argumentó que la decisión de llamar a retiro a estos dos funcionarios se debe a las responsabilidades de mando respecto a los agentes imputados en este caso, quienes fueron formalizados este jueves, quedando todos con la medida cautelar de prisión preventiva.
"La renuncia del director general siempre está en el escritorio del Presidente de la República que nombra al director de la PDI, pero en este caso sería irresponsable no afrontar esta situación, no puedo abandonar el barco", dijo Vásquez.
"Lo que he dispuesto es responsabilidad de mando, porque los que debieron haber actuado en primera línea son los jefes operativos a cargo de estos funcionarios que se apartaron de lo que hace nuestra institución", añadió el jefe policial.
Vásquez apuntó que se revisarán los procedimientos en todas las unidades y de detectar casos similares se tomarán "las mismas medidas tan drásticas como en este momento", y pidió a la ciudadanía "que siga confiando en esta policía".
"Seremos inflexibles con los que se aparten de la doctrina institucional", enfatizó el director de la institución policial.
Intervención Bricrim Pudahuel
Vásquez añadió además que tras conocerse el caso se llevó a cabo "una intervención inmediata" de la Bicrim de Pudahuel, donde se descubrieron las irregularidades.
En ese marco, el jefe de esa repartición, el subprefecto Dennis Williams, y su segundo al mando, fueron removidos de sus cargos y trasladados a cumplir otras funciones mientras se lleva a cabo el sumario interno.