La familia del joven fallecido en un confuso incidente en el supermercado Unimarc, ubicado en el sector de Los Alamos, en Coquimbo, fue reducido por los guardias "con una luma en el cuello".
El tío de Ignacio Aceitón, Ricardo Bórquez, relató que luego que los tres guardias redujeron al joven, quien fue retenido por hurtar una bandeja con carne, según la versión de la empresa, éste comenzó a botar espuma por la boca.
"Tres guardias lo redujeron colocándole la luma en el cuello, después se metió una cuarta persona que era un dependiente del supermercado, entre los cuatro lo redujeron y lo tiraron al suelo", dijo el familiar.
"Ahí mi sobrino empezó a convulsionar, a botar espuma, y diciéndole la gente (a los guardias) que estaba botando espuma, ellos decían que se estaba haciendo. Así la gente empezó a protestar y alegar, hasta que al final lo tomaron y trasladaron a otro lugar, esperando que llegara la PDI, porque ya se habían dado cuenta que estaba muerto, porque ni siquiera a la ambulancia llamaron", añadió Bórquez.
Según la autopsia del Servicio Médico Legal (SML), el joven de 23 años murió a causa de una "asfixia por aspiración de contenido gástrico", aunque la investigación que lleva adelante la PDI debe determinar qué causó esta asfixia.
En tanto, Unimarc indicó en una declaración pública que lo guardias actuaron de acuerdo a los protocolos establecidos para evitar el hurto y que Aceitón se desvaneció al momento de ser interceptado por el personal de seguridad, quienes procedieron a reanimarlo, produciéndose el posterior deceso.