Se espera que este martes el Tribunal Oral esté en condiciones de dictar una sentencia.
La defensa del joven aseguró que el artefacto era de bajo alcance.
Este lunes se vive en extensa jornada el alegato de clausura en el caso de Luciano Pitronello, el joven anarquista a quien le explotó un artefacto en sus manos antes de hacerlo, según planeó, en un cajero automático. La bomba que fue expuesta como de bajo alcance -y no de carácter terrorista- en la última sesión judicial, según el testimonio e indagaciones de la perito de la defensa, Shirley Villouta.
En el
alegato de la presente jornada, el fiscal Raúl Guzmán busca desacreditar las afirmaciones de Villouta, apuntando que como ex funcionaria jamás tuvo acceso a equipos como los que usa Labocar actualmente mientras fue parte de Carabineros en Concepción. Por lo tanto, aseguró va a mantener su "calificación jurídica de conducta terrorista, respecto del hecho principal".
La posición del fiscal Guzmán se afirma en que "las afirmaciones que se vertieron en torno a que el artefacto era de baja intensidad y que era prácticamente una bomba de ruido, están desvirtuadas por los hechos que sufrió el propio acusado", quien resultó lesionado tras la explosión del artefacto.
Además, se expone el error que -según Guzmán- cometió la perito Villouta en su actuación dentro del caso Matute-Johns certificado por el FBI, al confundir sangre con pintura.
Hasta 15 añosEn tanto, el defensor público de Luciano, Carlos Mora, confía en la solidez de los antecedentes expuestos, insistiendo en que son consistentes para eliminar el cargo de que se trató de un acto terrorista.
"Durante todo el desarrollo de la investigación y dentro de la teoría del caso del Ministerio Público, es que esta bomba era de alto poder explosivo y que causaba un alto daño. Eso cambia dado que uno de los elementos, del tipo penal que tiene que probar el Ministerio Público, es que efectivamente cumpla con este requisito que tenga un alto poder explosivo", detalló de forma previa a iniciar la sesión.
En los alegatos de clausura del juicio de este lunes, participan el Ministerio Público, la defensa del imputado, el Ministerio del Interior y los abogados del Banco Santander. Tras la audiencia, se espera que este martes el Tribunal Oral esté en condiciones de pronunciarse si el joven es culpable de los delitos, por los cuales se pidieron 15 años de cárcel.
